Bruno Hortelano viste de oro a la velocidad española

Con esta impresionante actuación, consigue así el primer título de la historia de nuestro país en una prueba de velocidad, que se une al hito ya logrado de meterse en la final del hectómetro, donde fue cuarto. En esta ocasión superó al turco Ramil Guliyev, segundo con 20,51 y al británico Danny Talbot, tercero con 20,56, en una carrera con viento contrario de -0,9 metros por segundo.

Martina, que fue campeón de los 100 superando al plusmarquista europeo de la distancia Jimmy Vicaut, superó la meta en primera posición, sin embargo, en los metros iniciales de la carrera pisó con su pie derecho en la línea de dentro que delimita las calles de la pista de atletismo, por lo que fue descalificado.

El propio velocista español no podía dar crédito en zona mixta a la gesta que acababa de protagonizar, ya que seguía creyendo que había sido medallista de plata. "No me lo creo. Me han entrevistado aquí y me han preguntado: ¿como se siente ganar?, y digo: ¿qué?. No sé como se siente ganar. Yo venía aquí a disfrutar, y disfrutando he quedado segundo y ahora parece que he ganado. He ido a ver a mi padres y aún pensaba que había quedado segundo. He dado la vuelta de honor como segundo y aún no me creo que haya ganado el oro. No me lo creo hasta que tenga el oro colgando", comentó con alegría contenida.

"Si es verdad", añadió, "voy a llorar con el himno, porque ya he llorado. En carrera no me he dado cuenta de nada. Yo estoy a lo mío. He hecho la curva como debía y he aguantado muy bien hasta el final, estoy contentísimo aunque no haya mejorado mi marca, hacía un poco de frío y en estas condiciones no podía esperar más".

Hortelano está revolucionando el panorama de la velocidad en España, alcanzado cotas que hasta el momento nadie imaginaba que un atleta nacional podría conseguir en esta especialidad. El talento competitivo del español le hace incluso hasta sopesar todo para ajustarse a las circunstancias de cada momento.

Por poner un ejemplo, en la semifinal observó que el viento daba de cara en la recta y reservó energías en la curva para poner toda la carne en el asador al enfilar la meta.

Le salió perfecto porque no sólo llegó el primero, sino que, con un crono de 20.39, el segundo mejor de los que accedieron a la final, dio un tajo de 8 centésimas a su récord de España, conseguido en los Mundiales de Moscú 2013.

Solo hora y media después ya estaba otra vez en los tacos de salida para librar la gran batalla por el podio y volver a marcar un hito histórico: la primera final de un velocista español se saldó con la medalla de oro, que pasa a los anales de la historia como la mejor gesta en una prueba de velocidad, y supone la segunda medalla de oro para la delegación que compite en Ámsterdam, tras la conseguida por Ruth Beitia en el salto de altura. También se unen la plata de Sergio Fernández en 400 metros vallas y el bronce de Antonio Abadía en los 10.000, en una jornada histórica para el atletismo patrio.

Bruno Hortelano, que ha alcanzado el mayor éxito de su carrera, ya atesora en su persona los récords nacionales de 100 con 10,06, de 200, con 20,39, y de 4x100 metros con 38,46. El relevo será una nueva excusa para volver a ver al excepcional velocista en acción en el tartán de Ámsterdam, una pista que le ha visto brillar en cuantas ocasiones ha estado presente en los últimos días.

Su próximo objetivo, serán los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, donde puede seguir escribiendo los momentos más dulces de la velocidad española, en una pista donde ya fue subcampeón iberoamericano este año, por lo que ya estará perfectamente familiarizado con las calles del Estadio Olímpico brasileño.