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Carta de Javier Moracho sobre el doping en Rusia

Álvaro Ferreres

Actualizado 13/11/2015 a las 11:48 GMT+1

Lo del escándalo del doping en Rusia no ha sido una sorpresa. Era algo que se sabía pero respecto a lo que nadie hacía nada. No era normal la cantidad de positivos que estaba dando este país últimamente. A pesar de que como se ha publicado tenían un laboratorio clandestino paralelo al oficial donde se destruían muestras de los test.

Javier Moracho

Fuente de la imagen: Eurosport

Es un caso parecido al de la República Democrática Alemana. Doping de estado. Pero con una importante diferencia, en la Alemania comunista los deportistas eran obligados a doparse por el sistema político-deportivo, mientras que en la Rusia del siglo XXI los deportistas acceden al dopaje de forma voluntaria. El Bundestag pidió indemnizar a las víctimas del dopaje en Alemania.
Siempre habrá deportistas que decidan ir por el camino más corto hacia los resultados deportivos y se dopen, porque es una cuestión de ética y de educación. Ya en los Juegos Olímpicos de la Antigua Grecia tenían a los deportistas en cuarentena para que no se tomasen unos brebajes que les hacían mejorar el rendimiento.
El dopaje no es una cuestión de dinero solamente. Están saliendo grandes mafias de productos dopantes que los venden a deportistas aficionados, donde su único objetivo es mejorar sus tiempos en pruebas populares de aficionados o por simple narcisismo. En una maratón muy popular de España 400 atletas populares se saltaron alguno de los controles de paso que ponía la organización. Lo cual quiere decir que parte del recorrido lo hicieron en otro medio de transporte que no era el de su propio cuerpo. El objetivo del engaño era la foto de meta con el tiempo del reloj-cronómetro que marcaba un tiempo irreal para ellos.
No es cuestión de esfuerzo. Ben Johnson se dopó y su esfuerzo era de menos de 10 segundos. Tampoco es por cuestión de salud ya que entonces se prohibiría el tabaco que causa miles de muertes cada año solo en España. Los que se dopan suelen ser deportistas flojos que no confían en su esfuerzo ni en su genética para conseguir los resultados deportivos. Son personas fácilmente influenciables por su entorno. Tramposos los hay en todos los gremios profesionales y el deporte no es una excepción.
No me parece bien que existan sanciones tan diferentes en los casos de positivos por doping entre los diferentes deportes. Un atleta, un ciclista, un futbolista, un tenista o un jugador de la NBA tiene que tener el mismo cuadro de sanciones por doping.
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