La motivación con la que Carolina Marín remontó para conquistar el oro olímpico

“Recuerda a esa niña de 14 años que llegó a la academia Blume y quería cumplir su sueño. Esa niña de 14 años me dijo lo que quería, esa niña de 14 años confía en ti. Esa niña sabe cual es el plan de juego y juega con disciplina, porque es su sueño. Y ese deseo que tú tienes es más fuerte”. Esas fueron las palabras mágicas que cambiaron la mentalidad de Carolina Marín en su final olímpica.

La campeona de bádminton de Río 2016 comenzó perdiendo el partido, su rival, la india Pusarla V Sindhu, se llevó el primer set por 19-21. En uno de los descansos Fernando Rivas motivó así a Carolina para que esta le diese la vuelta al marcador. Y surtió efecto, segundo y tercer set para la española por 21-12 y 21-15.

Carolina ha estado "demasiado eufórica cuando el marcador estaba holgado, y eso siempre es un arma de doble de filo", y por eso la ha recordado en uno de los descansos del encuentro cómo era cuando tenía 14 años y se trasladó a Madrid para entrenar con él en el Centro de Alto rendimiento.

"Necesitaba recordar a qué habíamos venido aquí, porque la otra se había puesto por delante y se había visto un poco insegura. También por qué llevamos nueve años trabajando y que volviera a sentir el pilar del trabajo, el deseo del sueño y de lo que ha trabajado para ello. El segundo set era justo lo que necesitábamos, con ataques más rápidos, más velocidad de red y la variedad de ataque ha sido fundamental", señaló Rivas.