Euroliga, Real Madrid-Barcelona: Tocados unos y hundido el otro (85-69)

85 - Real Madrid (22+19+23+21): Randolph (13), Maciulis (2), Ayón (14), Llull (21) y Taylor (3) -equipo inicial-, Rudy (2), Doncic (5), Carroll (8), Hunter (8) y Thompkins (9).

69 - Barcelona Lassa (13+14+24+18): Rice (12), Claver (5), Oleson (9), Perperoglou (7) y Tomic (12) -equipo inicial-, Navarro (4), Vezenkov (3), Diagné (1), Eriksson, Koponen (11) y Renfroe (5)

Árbitros: Luigi Lamonica (ITA), Emin Mogulkoc (TUR) y Milos Koljensic (MNT). Jaycee Carroll fue eliminado por cinco personales (min.40).

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima séptima jornada de la Euroliga de baloncesto disputado en el Palacio de Deportes de Madrid (WiZink Center) ante 11.759 espectadores.

Es cierto que el Real Madrid no atravesaba su mejor momento de la temporada. El mes de marzo se le estaba haciendo muy largo a los jugadores de Pablo Laso y las derrotas en Liga Endesa y Euroliga estaban empezando a inquietar al exigente ambiente madridista. Una situación que al margen del cansancio físico y mental pueda deberse a una mera dosificación de cara a los objetivos reales que vendrán en abril y mayo. Objetivos y situación a la que no llegará este errático y perdido Fútbol Club Barcelona, ya eliminado de esta competición antes de jugar debido a la victoria del EFES ante el Zalgiris.

Pero por mucho que digan las clasificaciones o los momentos anímicos, un Real Madrid-Barça jamás puede ser un trámite. Los blancos estaban obligados a ganar para asegurar el factor cancha y los culés, al menos, a competir para evitar que su grandeza se empequeñezca. Ambos objetivos se consiguieron, pese a que la plantilla de Georgios Bartzokas está literalmente y en todos los sentidos, hecha añicos.

Desde el primer cuarto ya se establecieron diferencias (22-13) para los blancos, con buenos minutos de un Anthony Randolph con ganas de seguir demostrando que es la megaestrella que fichó el Real Madrid el pasado verano. En el segundo cuarto el Barça se metió en el partido y puso el 22-20 con un triple de Vezenkov, pero a partir de ahí los locales metieron intensidad y desmontaron la resistencia culé. Un mate de concurso de Doncic ante la mirada de Navarro, una exhibición de dominios de Llull con asistencia y mate a Hunter y el enésimo triple imposible del base menorquín dejaron el 41-27 al descanso.

El tercer cuarto fue un intercambio del triples azulgranas para intentar meterse en el partido y evitar un intento de masacre blanca como en el partido de la primera vuelta en el Palau (64-51) y los últimos diez minutos de este Clásico nunca descafeinado pero mucho menos decisivo del que pueda llegar en mayo en una hipotética final de Liga Endesa tan sólo fueron de lucimiento personal de Ayón o Trey Thompkins o también colectivo del Real Madrid y, por supuesto, sirvieron para herir un poquito más a este moribundo Barça (85-69).