Euroliga, Real Madrid-Darussafaka: Fortalezas y riesgos a evitar (21:00)

Treinta jornadas de primera fase en la Euroliga son suficientes para ganarse el derecho a disponer del factor pista en la eliminatoria de cuartos de final, así como a hacerlo ante el peor clasificado de los ocho mejores equipos de la competición, lo que no significa más que una jerarquía anterior a la fase decisiva del torneo. Por eso cabe ahuyentar toda relajación para evitar un susto que sería fatídico en las aspiraciones del equipo blanco esta temporada.

De entrada todas. El Real Madrid atesora más plantilla, experiencia y méritos para obtener un nuevo pase a la Final Four, que haría su número cinco en seis años. Y el momento es además inmejorable: ocho victorias consecutivas en la serie más larga del equipo blanco esta temporada tras las once previas a la Copa del Rey.

Tras el susto en la ida, el Madrid dinamitó el partido de vuelta con un inconmensurable Sergio Llull, que anotó cinco triples y seis intentos que noquearon al equipo turco. Esta victoria supuso además la clasificación matemática para los cruces de cuartos de final.

David Blatt. El técnico americano es uno de los entrenadores más laureados en Europa. El campeón continental con el Maccabi Tel Aviv en 2014 cerró la fase de grupos en su mejor momento. Tres victorias consecutivas en las últimas jornadas sellaron el pase a cuartos gracias a la dirección y el papel de sus principales amenazas en pista.

Jugadores. Brad Wanamaker, Will Clyburn, Scottie Wilbekin y James Anderson resumen las principales amenazas del equipo turco, que tanto promueven el juego imprevisible de sus estrellas como cargan agresivos el rebote ofensivo. El Darussafaka es "un equipo atípico", según ha recordado Pablo Laso. Se trata de un equipo que juega abierto, que abunda en el uno contra uno para aprovechar su calidad y facultades atléticas y que no se arrugan ante nadie.

Un precedente a tener en cuenta. El turco no es un equipo que traiga buenos recuerdos a los de Laso esta temporada. En el partido de ida en Estambul, el Madrid perdió por 81-68, con una de las anotaciones más bajas de la temporada y después de 8 minutos, entre el final del segundo cuarto y el inicio del tercero, sin anotar un solo punto. El gran objetivo del Darussafaka sería disputar como anfitrión una Final a Cuatro en Estambul, lo que les convierte en más peligrosos.

En definitiva, el Darussafaka vuelve a cruzarse en el camino del Real Madrid para un objetivo mayor: la Final a Cuatro de Estambul. Pero el Madrid no se fía.