FEB vs Organismos Mundiales: El origen del conflicto

Tras la nota de presa de la promotora Tundra publicada en estas páginas de ESPABOX, varios lectores se han dirigido a nosotros preguntándonos qué hay de verdad, o no, sobre algo que ya habían oído antes: que los organismos mundiales no reconocen a la Federación Española de Boxeo. En este artículo nos vamos a ocupar de este espinoso asunto como hasta ahora nadie lo ha hecho, de modo que expondremos los hechos de manera clara y sencilla y no emitiremos juicios de valor. Corresponderá a cada uno sacar su propia conclusión.

La llegada de Antonio Martín Galán a la presidencia de la FEB ha coincidido con el período más agresivo de AIBA. Un ciclo olímpico en el que el organismo, dedicado originariamente al boxeo amateur, ha buscado expandirse y crear su propio boxeo profesional: AIBA Pro Boxing.

Especialmente desde que en Octubre de 2013 no se dejara a España competir en el Mundial de Kazajistán, la FEB ha tenido que desarrollar una nueva normativa (comenzando por los Estatutos) que se adaptara a la de AIBA. Esta normativa de AIBA es de carácter excluyente, es decir, sus miembros sólo deben reconocer a este organismo y el boxeo que ellos regulan; y si no, problemas para disputar los JJOO (y para el dinero a ello asociado). Es aquí donde nace el enfrentamiento con los organismos mundiales que rigen el boxeo profesional.

Para comprender mejor el alcance de esto, hay que considerar dos puntos:

–        El problema no se da en todos los países, porque en muchos el boxeo amateur (o Boxeo AIBA, propiamente dicho) y el profesional están separados y cada uno es regulado por un organismo nacional diferente.

–        En España, La Ley del Deporte establece, en principio, que no pueden existir dos federaciones para regular un mismo deporte. ¿Se podría optar por una separación con otra forma jurídica? Fuentes consultadas afirman que sí.

Para ofrecer una perspectiva más amplia, vamos a ver los últimos Estatutos en vigor de la FEB.

1)      Estatutos aprobados en Diciembre de 1993.- Se puede ver cómo hay una separación de boxeo amateur y profesional y los organismos de este último a los que España pertenece. Curiosamente, y como la WBO tenía pocos años de vida, no aparece recogida.

2)      Estatutos Junio 2006.- Los penúltimos hasta la fecha. Se sigue distinguiendo los dos boxeos y los organismos de cada uno de ellos a los que se pertenece. Ya quedan recogidos los cuatro grandes del boxeo profesional y la EBU.

3)      Estos Estatutos son los que han llegado hasta este ciclo olímpico. Curiosamente, fueron objeto de una modificación, en Junio de 2010, mediante la cual la FEB pasaba a formar parte y reconocer a la EBA (European Boxing Association): organismo presidido por el vasco Bartolomé Torralba, que había nacido vinculado a la WBA para luego desvincularse y que disputaría su último título en 2012 desapareciendo poco después.

4)      Estatutos de 2016.- Son los Estatutos aprobados este año, que necesitaron varias revisiones. Tal y como han quedado, vemos como no hay referencia alguna a los organismos mundiales o a la EBU. Sólo se habla de AIBA y el único boxeo profesional al que se refieren es AIBA Pro Boxing.

Por un lado la FEB, cuya postura parte de estos dos puntos:

1)      En el párrafo “Pudiendo afiliarse a cualquier otra Asociación que a criterio de la FEB y previa autorización del CSD sea beneficiosa para el boxeo…”, tiene cabida el reconocimiento de los organismos de boxeo profesional, aunque no se citen expresamente.

2)      “Es una competencia exclusiva de la FEB el desarrollo del deporte del boxeo”, implica que este deporte sólo puede ser regulado por la FEB y, por lo tanto, nadie puede representar a nuestros boxeadores excepto quien determine la Federación.

Por su parte, los organismos mundiales presentan esta otra visión:

1)      La FEB ha aprobado unos Estatutos que premeditadamente no hacen referencia alguna al boxeo que ellos regulan, por lo que creen que es la propia FEB la que después de décadas ha decidido cambiar las reglas del juego y no reconocerles.

2)      Como organismos privados que son, se reservan el derecho a designar como representantes a quienes ellos deseen. Las Federaciones pueden proponer, pero no imponer.

Esto ha llevado a que la WBA desestimara el año pasado el nombramiento, como representante de la FEB en ese organismo, de Bartolomé Torralba (que tenía una demanda en curso contra esa misma WBA) y en 2016 la EBU tampoco aceptara el nombramiento de Torralba. La semana pasada la WBO, a su vez, nombraba representante del boxeo español a Enrique Soria en detrimento del miembro enviado a la Convención por la FEB: nuevamente Bartolomé Torralba. De hecho, los organismos mundiales han designado sus propios representantes del boxeo español, ajenos a la FEB. No así la EBU, que descartó al componente propuesto pero afirma no tener competencia para designar a persona alguna.

Hasta aquí la explicación de lo sucedido. Ahora que cada uno saque sus propias conclusiones y, si lo desea, que se posicione de uno u otro lado.

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