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Nairo Quintana deja Colombia y regresa a Europa para ultimar su preparación del Tour de Francia que afronta con el objetivo de “estar otra vez en el podio en París” y más allá, “el vestirme de amarillo”, un sueño para el que se ha preparado desde hace meses. Segundo en el Tour 2013 y vencedor del Giro de Italia 2014, el colombiano afronta la ronda francesa como “líder absoluto” de un Movistar Team del que destaca su fortaleza y el correr con otra baza como Alejandro Valverde.

En una rueda de prensa celebrada el sábado en Bogotá antes de partir de su país (ver las fotos adjuntas), Quintana dejó sus sensaciones a 20 días del comienzo de un Tour que cree que no se definirá hasta la penúltima jornada del Alpe d’Huez. Y mira a Contador, Froome y Nibali, “no soy el máximo favorito”, asegura.

Quintana adelantó sus aspiraciones en el Tour de Francia que pasan por ganar, o al menos intentarlo. “Tengo el sueño amarillo, pensando en esta carrera que es la más importante del mundo y para la que me he preparado. Soñamos con este triunfo amarillo y les invito a soñar. De esa manera lo hago, día a día, saliendo a los entrenamientos y con mucho amor por lo que uno hace. Es emocionante el pensar y soñar con estar otra vez en el podio en París, el vestirme de amarillo, como las novias cuando se van a casar”, bromeó.

El colombiano se siente a gusto y como en casa en Francia. “Sé que a los franceses les gusta mi ciclismo y es un país del que estoy enamorado y le agradezco y le debo mucho, porque en Francia fue cuando comenzaron a abrirse las puertas para el ciclismo mundial, desde que gané el Tour del Porvenir, etapa reina del Dauphiné, la Ruta del Sur, el podio del Tour.... Es un país maravilloso y de hecho vivo en Francia (ndlr: en Mónaco)”, afirmó.

Su última competición fue el Tour de Romandía, que terminó el 3 de mayo, y volverá en la Ruta del Sur que comienza el próximo 18 de junio, él cree que es un buen estado de forma. “Estoy en buen estado de físico, en un peso muy bueno. Ahora se trata de mantenerme a menos de mes, y en la Ruta del Sur recuperar el ritmo de carrera, mientras que los otros hacen en Suiza o Dauphiné. La Ruta del Sur es más corta pero con mucha montaña. He entrenado con tranquilidad justo para llegar a un muy buen estado al Tour y de ahí en adelante que sea lo que dios quiera. Yo entrego siempre todo en carrera, lo hago lo mejor que puedo. A veces no podemos equivocar, pero el equipo me ayuda a corregir. Y por el entrenamiento y el trabajo que he hecho durante todo el año voy tranquilo al Tour”, aseguró. Este 2015, fue tercero en el Tour de San Luis, ganó la Tirreno-Adriático, fue cuarto en la Vuelta al País Vasco y octavo en Romandía.

Quintana entra en todas las quinielas  del Tour junto con Froome, Contador y Nibali. “Pienso que no soy máximo favorito, Froome ganó con superioridad en el Dauphiné y ha ganado un Tour, Nibali las tres grandes, y Alberto (Contador) ganó el Giro de Italia superior. Yo frente a ellos quizá soy el que menos carreras he ganado, aunque en este momento tenemos condiciones parecidas. Tengo muy buena condición en las carreras de tres semanas y hay mucha montaña y larga que es la que a mí me favorece”, certificó. “Alguna debilidad tengo que tener, como todos, pero pienso que seré muy regular y las debilidades tampoco las voy a comentar porque las pueden utilizar en contra de uno”, añadió.

Sobre Contador, cree que está por si su esfuerzo de ganar el Giro le puede pasar factura en el Tour. “Ahora hará una carrera conmigo y allí le podremos ver. De momento no sabemos si ha terminado muy desgastado y seguramente llegará con muchas ganas al Tour. Tendremos que verlo en esta carrera y en la primera semana del Tour, a ver qué tal reacciona”. Y no descarta a los franceses Pinot y Bardet “que pueden aprovechar la lucha de los favoritos y poner difícil la carrera”.

En el Tour, estará arropado por el Movistar Team y su confianza en sus compañeros es total. “La fortaleza que podemos tener es llevar dos líderes: yo como líder absoluto y también está Alejandro Valverde para respaldarme. Eso no lo tiene ningún otro equipo y entre los dos tenemos mucha confianza y estamos muy unidos y podríamos hacer la carrera difícil a los rivales y ponerla a nuestro favor. Tenemos un gran equipo, con un Fran Ventoso que me sitúa en las llegadas para no perder tiempo y evitar las caídas. A Malori, a Castroviejo, a Erviti para el llano, los abanicos, Valverde que para las subidas está muy bien. Tenemos un equipo muy completo que creo que es una fortaleza respecto a los otros”, aseveró.

Su deseo es tener a Winner Anacona a su lado. “Hay 13 preseleccionados, seguramente Eusebio (Unzué) tendrá los nueve fijos y s alguno fallaría llevaría a Winnner Anacona. Hace unos días hablaba con Eusebio y le comentaba lo bueno que puede ser Winner para mí. Somos bastantes amigos, entrenamos en la misma región, sería una buena ficha, pero, si no, tiene una plaza para la Vuelta a España donde seguramente lo hará muy bien. Desearía tenerlo para el próximo año en el Tour”, matizó.

Su aproximación al Tour 2015 ha sido diferente a la de hace dos años. “La preparación ha sido muy parecida, lo que se cambió fue trabajar desde mucho antes. Comencé a trabajar desde enero, después hice un ciclo de carreras mucho más exigentes, con clásicas de pavés, y reconocí diferentes etapas. La preparación fue planificada desde noviembre para tener mi nivel deportivo más alto en este punto. Al lado de mi familia, con amigos, para que los entrenamientos sean lo menos agobiantes posibles, como si fuera un juego, la preparación sigue, los días pasan y llega el Tour”, explicó.

El recorrido, con apenas contrarreloj, favorece sus características de escalador. De la primera semana subraya “la exigencia de la cuarta etapa (la del pavés) y la crono por equipos que termina subiendo. La segunda semana, la etapa de Saint-Martin, viene de un ciclo de una primera semana sin subidas, y de repente te encuentras con un final de puerto de más de una hora; es un test importante y donde se va a comenzar seleccionar algo. De ahí en adelante vienen algunas etapas como Plateau de Beille, en la que hay que tener mucho cuidado. Y otras que incluso no terminan en alto pero que tienen montaña muy exigente donde habrá ataques y hay que estar muy pendientes de Nibali, por lo que hizo en el Dauphiné. La más dura puede ser el Alpe d'Huez, después de todo un Tour hay que llegar con fuerzas y pienso que se va a definir todo”, resumió.

No teme a la jornada de los adoquines. “Como siempre he dicho, el entrenamiento en pavés fue bueno, mejor de lo esperado, no pienso que haya ninguna dificultad. Esperamos no tener ningún problema el día de la carrera, que sea un día soleado; y, si sale con barro, nos tocará a todos”, zanjó.

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