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¿Qué es y cómo afecta una pájara en el ciclismo?

Eurosport
PorEurosport

Actualizado 21/05/2015 a las 21:46 GMT+2

La pájara o su sobrenombre del ‘hombre del mazo’ es uno de los enemigos más temidos por los ciclistas y por cualquier deportista que practique un deporte de resistencia. Los corredores más grandes han perdido etapas o grandes carreras debido a sus devastadores efectos. Incluso el gran Miguel Indurain. Aunque parece fácil prevenirlas, las pájaras casi siempre golpean sin avisar.

Miguel Indurain

Fuente de la imagen: AFP

¿Qué es una pájara? Su nombre científico es hipoglucemia, y consiste es una caída del nivel de glucosa en la sangre, cuando las reservas esenciales de glucosa se han agotado en nuestro organismo. Otra forma de describirla es como lo hizo el italiano Fabio Aru, principal rival de Alberto Contador en el presente Giro de Italia: "Hoy he tenido una crisis de azúcar al final, no tuve tiempo de alimentarme”.
Sus síntomas son… El cuerpo se debilita de una forma brutal. No puedes continuar con el esfuerzo, dar pedales en el caso del ciclismo. Hay sudores fríos, a veces mareos o vista nublada. En definitiva, se agotan las fuerzas debido a esa falta de glucosa en la sangre. Y también afecta de forma psicológica, ya que el deportista cree que ya no puede dar más de sí.
¿Cómo evitarla encima de la bici o haciendo ejercicio? En el caso del ciclismo, basta con un buen desayuno previo y con la ingesta de forma periódica alimentos ricos en azúcares e hidratos de carbono durante el esfuerzo. En caso de empezar a notar los síntomas de la pájara, es conveniente bajarse de la bici y comer y beber abundantemente para reponer fuerzas, especialmente esos niveles de glucosa en la sangre.
¿Cómo la sufre un ciclista profesional? En plena carrera, en alguna ocasión el ritmo de tensión en el pelotón es tan elevado que los corredores apenas tienen tiempo para comer e hidratarse convenientemente. Y en condiciones de temperatura extremas, es más fácil que puedan aparecer esos síntomas, es decir, en etapas de lluvia y mucho frío y también en los días a pleno sol con altas temperaturas. En ese caso, el objetivo es comer algo como sea: geles o barritas energéticas con un alto índice glucémico (es decir, que absorban rápido en el organismo los hidratos o azúcares necesarios) y llegar a meta como sea.
Un testimonio directo, la peor pájara que sufrió nuestro comentarista Eduardo Chozas. El mítico exciclista madrileño, ganador de etapas en Giro de Italia y Tour de Francia entre otros grandes triunfos, relata uno de sus peores momentos encima de la bici:
"Una pájara gloriosa en mi persona, Tour de 1985: décimosexta etapa, 209,5 kilómetros entre Toulouse y Luz Ardiden (con los duros puertos de Tourmalet y Aspin). A tres kilómetros para acabar iba con los cuatro primeros: Greg LeMond, Stephen Roche, Perico Delgado y Fabio Parra. Había coronado el Tourmalet a 30 segundos de ellos, bajé a saco, les cogí descuidando beber un bidón con alimento en la bajada. Subía perfecto hasta que empecé a sentir esos síntomas de debilidad, sudor frío, hambre, mucho hambre en cuestión de 2 kilómetros, a falta de los últimos 3 no podía seguirlos, me quedé a menos del cincuenta por ciento de mi potencial. Corría en Reynolds, Eusebio Unzué me dio un botecito de glucosa para paliar la debacle, perdí 3 minutos en esos pocos kilómetros, llegué a meta como un lobo hambriento, sin poder hablar fui al coche de equipo a rebuscar los restos del avituallamiento y además encontré un bocadillo de chorizo de los mecánicos, que devoré ante las indicaciones de que no me lo comiera que me iba a sentar mal. Yo no decía nada, sólo engullía".
La pájara que tumbó a Miguel Indurain. Séptima etapa del Tour de Francia que en teoría iba a ser el sexto consecutivo que iba a ganar el navarro. Seis de julio de 1996, en una jornada con final en el puerto de Les Arcs. Algo no iba bien para Miguelón, porque enseguida se apeó del grupo de favoritos y en la televisión millones de seguidores españoles comprobaban como apenas había fuerza en sus pedaladas. ¿Qué estaba pasando? El gran campeón estaba desfallecido, deshidratado, hambriento. Ese día perdió una minutada con el ruso Berzin, Bjarne Riis o Toni Rominger.
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Alberto Contador en el Tour de Francia 2011

Fuente de la imagen: AFP

Aunque más doloroso fue ver a Indurain camino de Pamplona, en ese mismo Tour de Francia. Aquella etapa era la idónea para que al menos pudiera resarcirse de la tiranía impuesta por Riis y ganar en casa. Pero también dejó la dolorosa imagen de ver a Miguelón sin su potencial, lejos de los mejores.
Otras grandes pájaras, incluyendo a Contador. Un jovencísimo Pedro Delgado también sufrió al 'tío del mazo' en el Tour de 1983 subiendo Morzine, aquel día perdió más de 20 minutos con su principal rival Laurent Fignon. El caso es que Indurain también sufrió un descalabro en el Giro de Italia de 1994, que le arrebató Eugeni Berzin. O el propio Alberto Contador en el Tour de Francia de 2011 camino del Galibier, cuando perdió contacto con el grupo de favoritos en la histórica victoria de Andy Schleck. "He cogido una pájara increíble", señaló en la línea de meta.
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