Soul Brasil: Un modesto con sueños de grandeza y alma brasileña en la Volta a Catalunya 2017

Ninguno de los ocho ciclistas del Soul Brasil Pro Cycling partían a priori con opciones de victoria de etapa en esta Volta a Catalunya 2017, y puede que ni tan siquiera a disputarla de cerca. Tan sólo venían a jugar el papel que tradicionalmente el ciclismo reserva a los equipos modestos, esto es, estar presente en alguna fuga, dejarse ver en algún ataque, coger algún punto en la montaña e intentar no llegar fuera de control a la meta de cada etapa.

Cualquier objetivo deportivo en la carrera catalana se antojaba lejano, pero al menos Murilo Affonso tuvo su protagonismo y su foto en el podio como eventual líder de la montaña. Una imagen que ya de por sí es historia del ciclismo brasileño y que convirtió la primera presencia World Tour en suelo europeo de este equipo en algo más que una nota exótica o un mero punto de partida para aprender entre gigantes.

Basta con observar los medios logísticos de cualquiera de los grandes equipos del pelotón: lujosos y equipadísimos autobuses, coches, camiones y furgonetas de apoyo para ciclistas, personal y material, así como un staff ultraprofesionalizado, para hacerse una idea del punto en el que se encuentra a día de hoy un equipo de estas características y tan aparentemente lejano al clásico ciclismo europeo.

El Soul Brasil Pro Cycling no trajo ninguno de esos grandes medios a Cataluña, ya que llegó como invitado a la Volta y se empeñó en demostrar desde la primera etapa que para codearse con las formaciones World Tour sólo basta con un par de furgonetas (alquiladas en España), coches de apoyo prestados e improvisar de forma muy profesional un equipo técnico y de auxiliares que presten su ayuda y toda su experiencia durante toda la vuelta.

Así es el Soul Brasil Pro Cycling, también conocido como Funvic, y con esa mentalidad de modestos entre grandes se expresa siempre su director, Benito Tadeu: "Cuando parte la carrera, el número de autobuses y los coches no hacen la diferencia". O lo que es lo mismo, la de tratar de demostrar día a día que para dirigir o crear un equipo profesional se puede empezar a funcionar con lo puesto, y con los medios más modestos.

Su director es consciente de que el ciclismo es un deporte un tanto ajeno en Brasil, un país que nació y que aún vive a la sombra del fútbol: “Estamos creciendo en un país en el que sólo existe el fútbol”. De hecho, el aficionado medio al ciclismo sólo conoce de pasada a Murilo Fischer, el esprínter carioca que tuvo una notable trayectoria en equipos europeos y que hasta la temporada pasada corría en el equipo francés FDJ.

Los flashes y las cámaras de esta Volta sólo apuntaban a Alejandro Valverde, Chris Froome, Alberto Contador o al equipo BMC y sus protestas, pero también se fijaron rápido en las banderas verdes y amarillas que los ciclistas del Soul Brasil Pro Cycling lucían con orgullo en sus cascos, en las llamativas rastas del campeón nacional Flávio Santos y por supuesto cada sonrisa que han regalado antes, durante y después de cada etapa e incluso en su emoción por ver de cerca la nieve e incluso competir bajo sus copos.

La primera piedra del ciclismo brasileño en Europa se puso en esta Volta a Catalunya 2017, con siete ciclistas brasileños y el catalán Jordi Simón, otro de esos emigrantes del ciclismo español que tiene que buscar fuera su gran oportunidad. Pura alma brasileña que también se une a un ciclismo cada vez más globalizado.