Blog Julio García Mera: El increíble hombre menguante

Ya hay una maleta que crece. Y un zapato que crece. Son productos hechos por mentes creativas, por diseñadores que han vislumbrado un futuro mejor para cientos de miles de personas que tienen un problema real y diario.

La maleta XTEND ha recibido el premio a la innovación en el TGA Show de Las Vegas. Su sistema de expansión permite pasar de 40 a 60 litros de capacidad. La idea es ofrecer distintas tallas en una misma estructura según las necesidades de cada viaje. Es el mismo concepto que ha desarrollado Kenton Lee, pero aplicado al pie, tras viajar a Kenia para realizar labores humanitarias y ver cómo la mayor parte de las niñas y los niños de aquel país andaban descalzos o con zapatos inadecuados. Básicamente el zapato que crece es una sandalia que se puede usar durante cinco años y tiene dos tallas: una para niños de 4 o 5 años hasta los 10 años de edad y otra talla que abarca desde los 10 hasta los 15. Cada zapato tiene tiras que se pueden ir ajustando, una suela que también se puede agrandar y una pequeña hebilla en el talón que regula el ancho de la sandalia.

El jugador, como la maleta XTEND y el zapato de Kenton Lee, debe ofrecer distintas tallas según el momento y las necesidades del equipo. Hay jugadores que crecen hasta que llegan a un determinado club. Porque quizá su objetivo era jugar con esos colores. Pero luego, una vez dentro del proyecto deportivo del equipo, se dejan llevar, se diluyen, van perdiendo brillantez, presencia y se olvidan de algo esencial: que en el deporte de competición no puedes parar de crecer. Y debes abrocharte al tamaño de tu club para ir creciendo talla a talla junto a todos tus compañeros. Debes saber modular las soluciones y las respuestas, incluso, en ocasiones, aunque parezca contradictorio, para seguir siendo cada vez más grande deberás hacerte más pequeño y estar en un segundo plano.

Porque sí, porque tendrás que ser un titán en los momentos críticos de los partidos decisivos y, al mismo tiempo, ser el increíble hombre menguante en el reparto de los méritos, un gigante ante la adversidad colectiva y un pigmeo ante los focos. Sólo así, con este difícil equilibrio, alcanzarás la mayoría de edad en el juego, la madurez, el control, el dominio, la jerarquía suficiente como para sobrevivir durante años en el deporte profesional.