Blog Brotons: Con Cristiano el Madrid es menos equipo

Existe vida más allá de la presencia del increíble Cristiano Ronaldo. Eso debería ser una gran noticia para el Real Madrid y es algo que unos pocos venimos argumentando desde hace algunos años, aún a pesar de irritar a esa masa entregada apasionadamente al mejor negocio de marketing que se ha encontrado Forbestino. Afirmo, aún a riesgo de ser expulsado del Templo, que el equipo de Zidane juega mejor al fútbol sin la presencia del mejor jugador de la historia madridista, según su presidente.

Es algo tan evidente y demostrable, que tan solo puede ser negado por quienes se resisten a aceptar la evidencia. Prescindir de Cristiano en cualquier alineación es considerado por una gran mayoría de aficionados, una herejía futbolística. El debate no es nuevo: hay un Madrid con Cristiano y otro Madrid muy distinto cuando el conquistador de todos los premios "habidos y por haber", se queda fuera del equipo titular que presenta el "alineador".

No querer verlo responde únicamente a ese fanático afán por compararlo con Messi, jugador este último más entregado a la dichosa felicidad de quienes le rodean que a la suya propia. El pasado sábado ante el Éibar, el Madrid volvió a convertirse en un equipo de carácter unificado, desarrollo relajado, solidaridad eficaz, juego agradable y disfrute a los ojos del espectador.

Hasta Karim Benzema juega más y mejor en la ausencia del sucesor de Di Stefano (Cristiano Ronaldo), le libera de esa especie de excitación y mal entendida voracidad que provoca el actual Balón de Oro. Cristiano no es un especialista en hacer jugar a los demás, tampoco le preocupa demasiado, como buen goleador lo único que le interesa es lo suyo. No negocia su egoismo.

Resulta contradictorio que un jugador tan indiscutible para el mercado, hasta el punto de intentar venderlo como el mejor futbolista del mundo mundial, haya empezado a generar la sospecha de que sin él, su equipo ofrece una mayor naturalidad traducida en un equilibro más fiable. Con Cristiano el Madrid piensa más en el gol que en el juego; sin Cristiano, el Madrid se agarra más al juego y también marca goles.

Es impensable prescindir de Cristiano en cualquier equipo del mundo y por supuesto dejarlo sentado en el banquillo. Con CR7, el Madrid no suele jugar a nada debido a un orden invertebrado; sin CR7, el Madrid suele apoyarse en una columna más fortalecida, mejor decorada y aparente.

Hoy algunos medios desvelan que la afición merengue no quiere ver a la BBC en el próximo partido. ¿Quiere eso decir que la Galaxia no está tan aceptada como Forbestino cree? ¿Acaso una cosa son los premios individuales y otra cosa muy diferente es el fútbol? El portugués es más feliz en los placeres de la estadística que en las esencias colectivas del propio juego.

Puede que el madridismo más racional empiece a cansarse de ciertas apariencias inestables, confusas y poco colectivas. A Zidane le ha llegado la hora (por mucho que las circunstancias le obliguen a retrasarla), de deshojar la "margarita intervencionista" que sacude al Real Madrid.

Si no quiere empezar por la BBC, puede hacerlo por Marcelo, un lateral del que todo el mundo habla maravillas sin detenerse a pensar que sus muchos desarreglos defensivos, se parecen a los desarreglos colectivos de la BBC en su conjunto.

José Joaquín Brotons /Eurosport