Blog Brotons: La justicia deportiva es "un cachondeo"

El presidente del Villarreal, Fernando Roig, goza de la protección de su amigo Javier Tebas, presidente de La Liga y ahora también de la Federación Española de fútbol y sus comités disciplinarios. Es lo que en términos coloquiales se denomina como “un intocable”, un personaje que puede decir lo que le venga en gana acogiéndose al derecho de la “libertad de expresión”.

Recuerdo que hace cuatro años desde las gradas del Estadio del Madrigal un aficionado lanzó una bomba de gas lacrimógeno al césped que provocó la suspensión del partido. Pese a la gravedad y trascendencia de los hechos no hubo cierre total o parcial del estadio, solo apercibimiento y una módica sanción económica para el Villarreal. Ahora, el Comité de Competición ha decidido no sancionar a Fernando Roig por acusar al colegiado Gil Manzano de salir del vestuario “con bolsas del Real Madrid”.

La justicia deportiva en este país empieza a ser un cachondeo y se aplica en función de quién es el agresor verbal o el puesto que ocupa en la estructura de mando. Hace mes y medio (26.02.2017) Fernando Roig acusó al colegiado Gil Manzano y a su equipo arbitral de portar bolsas con el escudo del Real Madrid tras el partido que los blancos disputaron en el Estadio de la Cerámica. Era tan evidente la acusación que hasta el más lerdo intuía la intencionalidad.

Dada la trascendencia de aquellas palabras pronunciadas por Roig, en el programa de la COPE “El Partidazo”, supimos que el estamento arbitral denunció esas declaraciones ante el órgano disciplinario federativo. Ahora el Comité de Competición de la RFEF ha decidido que Fernando Roig estaba ejerciendo su “libertad de expresión” y que no pretendía herir sensibilidades. Finalmente no habrá multa ni sanción alguna contra el presidente del Villarreal.

“Lo que me ha llegado y me ha hecho gracia es que ha salido todo el estamento arbitral con bolsas del Real Madrid. Me ha llamado la atención, no sé lo que llevarían dentro de esas bolsas”. ¿Se imaginan estas palabras en boca de Gerard Piqué, cualquier otro jugador, o entrenador? ¿También serían consideradas “libertad de expresión”? Imposible de creer.

Lo justo o injusto son dos términos ético jurídicos difíciles de discernir, pero el cachondeo aplicable a esta decisión es algo que ofende la inteligencia de las personas honestas. La decisión del Comité de Competición demuestra que todos los integrantes del “show” deportivo no son iguales ante la Ley y que unos tienen derecho a la “libertad de expresión” y otros a ser considerados culpables por expresar su opinión.

La acusación de Roig a los árbitros “con bolsas del Real Madrid” dejaba entrever la presunta falta de honestidad de los colegiados y la sospecha de que por un regalo podían variar sus decisiones en el campo (Roig se sintió gravemente perjudicado por el arbitraje de Gil Manzano en favor del Real Madrid). El paripé montado con la apertura de expediente disciplinario y el nombramiento de un juez instructor, ha sido esperpéntico.

El Comité acuerda no imponer ningún tipo de multa o sanción económica al presidente del Villarreal, Fernando Roig y considera que sólo realizó un ejercicio de “libertad de expresión” además de entender que no se puede desprender de sus palabras que haya intención alguna de herir sensibilidades contra el estamento arbitral. Así pues considera el caso como sobreseído.

Al colectivo arbitral le han dejado con “el culo al aire”. Ya saben que denunciar las manifestaciones que atentan contra su honorabilidad y su honestidad no serán sancionadas, si el agresor es un presidente “intocable” y protegido por la Liga y el la Federación. Empiezo a creer que el ex alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, tenía razón al utilizar aquella definición de la justicia, en este caso la deportiva. Menudo cachondeo.