Opinion

Blog Brotons: Velasco Carballo dice adiós: "Moriré y seré árbitro toda mi vida"

PorEurosport

Actualizado 12/05/2016 a las 11:19 GMT+2

“Cambiaría mi carrera arbitral porque a partir de ahora no hubiera ni una sola agresión más a un compañero”

Velasco Carballo con varios jugadores del Barça

Fuente de la imagen: Eurosport

Este fin de semana el colegiado internacional, Carlos Velasco Carballo, pondrá fin a veintinueve años de arbitraje en el fútbol español. Su despedida será el viernes en Mestalla, dirigiendo el partido entre el Valencia y la Real Sociedad, un encuentro para disfrutar de sus últimos 90 minutos y decir adiós a La Liga. En junio llegará la despedida internacional, en la Eurocopa de Francia, como representante del arbitraje español.

El colegiado madrileño aceptó compartir casi una hora de conversación y afrontar sin reservas todos los temas planteados. Solo hubo una petición por su parte al final de la charla, pero que por su trascendencia he decido colocarla en la apertura: “Cambiaría mi carrera arbitral porque a partir de ahora no hubiera ni una sola agresión más a un compañero”.

JJB.- ¿Qué queda de una carrera tan extensa y brillante?

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CVC.- Recordar los buenos momentos y olvidar los malos. Siempre tienes en la memoria cuando todo comenzó en esos campos de Ernesto Cotorruelo, o de La Mina, o el Puerta Bonita. Cuando vamos a pitar un partido de Champions es habitual que alguno del equipo comente en broma: “pues fíjate, del García de la Mata hasta Stamford Bridge, o del Puerta Bonita a Old Trafford”. ¡Lo que ha llovido y qué interesante ha sido el camino que hemos recorrido!

JJB.- 372 partidos arbitrados, 65 en 2ªB, 57 en 2ª y más de 250 en primera, son muchos.

CVC.- Toda una vida. Si volviera a empezar ahora, con la experiencia que tengo, muchas cosas no las hubiera hecho, ni dicho. Esa ilusión de los primeros años se va perdiendo con el paso del tiempo, pero ganas la experiencia del adulto que te da seguridad.

Velasco Carballo y J.J. Brotons

Fuente de la imagen: Eurosport

JJB.- ¿Te molesta que la gente se quede con cosas como: “le tenía manía a Piqué y por eso le mostró la roja dos veces, o expulsó a 9 jugadores del Betis en 20 partidos?

CVC.- Quién se queda con eso no son personas aficionadas al fútbol y además desconocen el arbitraje. Creo que la imagen después de 29 años no es esa, es imposible. La crítica te puede servir para mejorar y la aceptas, pero si te atacan por algo que estás seguro que no es así, me preocupa cero.

JJB.- Un árbitro nunca se desdice. No puede arreglar los errores cometidos.

CVC.- Cuando eso sucede te gustaría retroceder en el tiempo, las dudas te ayudan a crecer. Haber pitado ese penalti o no haber señalado el que pitaste; haber sacado amarilla, incluso alguna roja es lo mismo que la flecha lanzada por el arquero, ya no tiene vuelta atrás. Nos pasa a todos los que somos capaces de reconocer nuestros errores. Lo importante es saber borrar ese recuerdo y estar preparado para el siguiente reto.

JJB.- ¿Qué pasó en la temporada 2011-12? Te entró un furor por mostrar tarjetas, 16 rojas y 131 amarillas.

CVC.- Tiene que ver con la madurez del árbitro, cuanto más te conocen los futbolistas el comportamiento hacia ti es diferente. Es normal que los árbitros sacamos menos tarjetas conforme vamos evolucionando. Nuestra actividad depende mucho de los partidos que arbitres, en los de máxima rivalidad o tensión hay más tarjetas. Ese año coincide cuando pite la final de la Europa League y fui a la final de Champions como cuarto árbitro. También estuve en la Eurocopa de Ucrania-Polonia en 2012. Fueron dos años muy fuertes en mi carrera arbitral.

JJB.- Cada uno tiene su propia manera de arbitrar, ¿cómo se controla un partido?

CVC.- Un árbitro pasa de ser un “pitafaltas” a ser un director del juego cuando tiene el control del partido. Es como domar un caballo, hay que saber cuándo debes soltar la rienda y cuando hay que sujetarla. El arbitraje es mucho más que conocer las reglas de juego.

JJB.- ¿En el descanso os llegan noticias de vuestros posibles errores?

CVC.- Es algo que tengo prohibido en mi equipo. Cuando llegamos al campo digo: “los móviles apagados o en silencio”. No me aporta nada, yo ya sé si me equivocado o he acertado. Si después de 29 años tengo que esperar al descanso para saber si he acertado o no al pitar un penalti, poco he aprendido.

JJB.- ¿El árbitro descubre con los sonidos y las miradas sus errores o aciertos?

CVC.- Un jugador me puede protestar y yo noto cuando me está mintiendo. En el 80% de los casos cuando hay un error blanco sobre negro, nosotros decimos “Black and White”, un error indiscutible. Si llevas años en esto lo sabes, entonces para que voy a ir a mirar el móvil, si ya lo sé.

JJB.- ¿Por qué el fútbol huye de la tecnología?

CVC.- Soy ingeniero industrial, ejercí 20 años, mi especialidad es electrónica industrial y por tanto soy un profesional muy tecnológico. Mi casa está llena de todos los instrumentos que facilitan mi trabajo de estudio y análisis. Los árbitros salimos al campo con mucha tecnología: pulsómetro en el pecho, cronómetro con GPS, un brazalete con una petaca para comunicarnos, otro brazalete que me informa de los pulsadores de los asistentes. Llego a mi casa y analizo los partidos con programas específicos. Ahora además se ha introducido la tecnología de línea de gol. No huimos de ella.

JJB.- ¿Cuál es el obstáculo para aplicar el Instant Replay en el fútbol?

CVC.- A diferencia de otros deportes el juego del fútbol se basa en la continuidad, que no se detenga. Debemos tener un cuidado extremo para no cambiar la esencia del deporte, esa es mi reflexión.

JJB.- ¿Es igual la amarilla por protestar que por juego duro?

CVC.- No es lo mismo, porque en un caso se trata de proteger al futbolista, la esencia del fútbol y en el otro caso protege el juego, aplicando el reglamento. Hubo gente que propuso incluir la tarjeta naranja.

JJB.- ¿Por qué disponéis de la verdad absoluta, no te parece excesivo?

CVC.- No creo sea así. Cualquier persona puede reclamar al comité de competición, al comité de apelación, al TAD. De alguna manera la justicia tiene que establecer una base y es que el juez goza de veracidad a efectos legales, si no partimos de esa base, estaríamos perdidos. Al juez se le da una fe de que realmente lo que él está diciendo es la verdad. En ocasiones los tribunales deportivos quitan tarjetas.

JJB.- ¿Es sencillo detectar a un jugador tramposo?

CVC.- No me gusta la palabra tramposo porque es ofensiva. En el fútbol todos quieren sacar el máximo rendimiento y hay jugadores que simulan ser objeto de falta. La expresión “ha engañado al árbitro" se debe desterrar, al árbitro no se le engaña a quien engañas es al equipo contrario, porque el perjudicado es el equipo contrario, el jugador engaña a un compañero de trabajo.

JJB.- Vosotros sois humanos como los demás y os podéis equivocar.

CVC.- Pero alguien duda que un árbitro vaya a poner en el acta una cosa que no sea cierta.

JJB.- ¿Alguien duda de que un juez se pueda vender?

CVC.- Me cuesta mucho trabajo entenderlo. En España tenemos la suerte de que si hicieras esa pregunta, muy pocos creen en el mundo del fútbol que un juez se puede vender.

JJB.- ¿La principal virtud de un árbitro es la honestidad?

CVC.- Sin duda. Nuestra sentencia lapidaria es “he pitado lo que he visto”. Cuando un árbitro pita lo que ve los futbolistas lo detectan y ellos ven en tus ojos esa honestidad, ellos lo ven y saben que estas pitando lo que ves.

JJB.- Hay una parte de tu vida que se las robado a tu familia

CVC.- Soy consciente de que les he robado muchos momentos a mis hijos, no se los podré devolver nunca. Hace 6 o 7 años tomé la determinación de dejar mi carrera como ingeniero para dedicarme 100% al arbitraje y tener algo de tiempo para mi familia. Intento que esos momentos que estoy con ellos sean de mayor calidad, trato de volcarme y sé que ellos están orgullosos de su padre.

JJB.- ¿El verdadero amor de tu vida ha sido el arbitraje?

CVC.- Lo que más he sido en mi vida es árbitro. He sido ingeniero muchos años, soy padre, he sido marido, he sido muchas cosas pero sin duda, lo que más he sido es árbitro. Mi vida sin el arbitraje no tendría sentido, me ha forjado la personalidad. Yo moriré árbitro, seré arbitro toda mi vida.

JJB.- No has podido dirigir una final de Champions ¿te arrepientes de ser español?

CVC.- Estoy muy orgulloso de ser español y muy contento del éxito de los equipos españoles y de la selección. He coincidido con los triunfos del fútbol español y lo he disfrutado.

JJB.- ¿Han intentado influir en tus decisiones alguna vez?

CVC.- Nunca, lo hubiera dejado o lo hubiera denunciado. Es un tema muy serio y tenemos que protegernos. En España no se ha conocido en estos últimos años ningún caso. Pongo la mano en el fuego por mis compañeros y por mí, sin ninguna duda.

JJB.- ¿Cuándo guardes el uniforme en el trastero que habrá escrito en la tapa de la caja?

CVC.- “Aquí hay mucho trabajo y mucha felicidad”. El arbitraje me ha hecho feliz y tengo que decir que he trabajado mucho, soy extremadamente competitivo. Si para ir a esta Eurocopa la UEFA hubiera pedido saber francés y chino, aparte de inglés que es nuestro idioma de comunicación habitual, me hubiera volcado en el aprendizaje de los dos lenguas. Soy un animal competitivo.

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