Blog Brotons: Zidane, ¿alineador o entrenador?

Aseguraba un entrenador español, que ahora ejerce su profesión en Catar, que: “en España los técnicos acabamos corriendo el riesgo de convertirnos en alineadores, más que entrenadores”. Cuanto más importante es el equipo, más riesgo hay de ejercer como alineador y dejar de ser entrenador. Zidane, ese hombre de sonrisa permanente, que inundó de alegría y optimismo al madridismo y las salas de prensa, representa al perfecto “alineador”. La duda es saber si alguna vez ejerció como entrenador.

Hay una corriente emergente de reproches hacia el "alineador" Zidane. Parece que el francés empieza a perder feligreses los días de partido. Tiene mucho mérito soportar y manejar un vestuario tan egocéntrico como el del Real Madrid. Parece sencillo tener contentos a todos los periodistas en las ruedas de prensa aplicando esa sonrisa de niño bueno. Otra cosa es entrenar y dirigir al equipo, eso parece que no es tarea fácil.

Algunos profetas cavernarios dijeron que el “alineador” blanco superaría el inigualable ciclo que Guardiola desarrolló en el Barça. Conviene no dejarse engañar por las sonrisas y el buen rollo de los personajes. De la "FeliZidane" hemos pasado a una preocupación nerviosa que terminó por aflorar en el Bernabéu frente al equipo de Quique Setién, y que además provocó la pérdida del liderato.

El Madrid que desgobierna Forbestino y desordena el "alineador sonriente”, volvió a ofrecer una imagen histérica e inestable, que provocó en el aficionado un estado de excitación y angustia. La conclusión es que nadie sabe o vislumbra a qué juega el Real Madrid. En la duda algunos se plantean si el once de Zidane (el de la BBC) es mucho peor en rendimiento que el del segundo plato.

Hoy son muchos, refiriéndose al Madrid, los que hablan de un espíritu magistral o de una capacidad gloriosa para sobreponerse a cualquier adversidad. Lo que los periodistas afines al régimen proclaman como “la heroica”. A mi me parece que si un partido dura noventa minutos más el descuento, el equipo de Zidane juega noventa partidos distintos. Es imposible descifrar las variantes que practica el Real Madrid.

Esquizofrenia paranoide sin límites es el diagnostico de lo que propone el “alineador”. Digamos que el Madrid no pierde, pero al mismo tiempo, no gana para sustos, como reflejaba el rostro de Forbestino viendo el baño que le estaba dando el equipo insular. Pocos equipos son capaces de remontar un partido de la manera que lo hace el Real Madrid y ese es un mérito que debemos destacar.

El valor para revertir un 1-3 se basa en el descontrol del partido y en el desastre organizativo que ni siquiera un "alineador" amable con alma de "Master Chef", es capaz de descifrar. Nada tiene sentido, nada tiene guion, ni argumento. Es como si alguien tocará la corneta y el séptimo de caballería empezará un asedio, sin táctica, ni planteamiento previo.

Entonces aparecen los celadores del psiquiátrico y "los segundos platos hacen de primeros, los postres de segundos y los entrantes están permanentemente bajo sospecha". La digestión es pesada y con ardores, nada recomendable. Esto sucede como consecuencia de tener un “alineador” en el banquillo, superado por los acontecimientos y las adversidades.

Dicen que cada uno de nosotros es feliz con la mentira que más le ayuda a conciliar el sueño y supongo que en eso consiste la “FeliZidane”. Entonces sucede que para explicar lo que acontece hay que ajustar las líneas de los fueras de juego, decir que es penalti lo que solo vio el auxiliar o dar un saque de esquina aunque el balón no saliera del rectángulo de juego. Intentar justificar el resultado de ayer con el arbitraje es hacerle mucho daño al Real Madrid.

José Joaquín Brotons / Eurosport