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Blog Brotons: Marcelino, pan y circo
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Publicado 02/09/2016 a las 11:43 GMT+2
Fernando Roig no puede ser tan mala persona como para destrozar con dos frases la carrera de un entrenador como Marcelino.
Marcelino, durante el Sporting-Villarreal
Fuente de la imagen: EFE
La culpa la debe tener Javier Tebas. Cómo le gusta enredar, crear polémica y ser protagonista. Quiere lucir un amaño de partido a cualquier precio y como nadie le da la razón en los tribunales, por el momento, ahora busca el argumento emocional. Sin dinero de por medio no hay delito. El lio en el que ha metido el presidente del Villarreal a su ex entrenador Marcelino alcanza cotas insospechadas. Cuando la palabra honradez se cuestiona tenemos que profundizar en las razones.
“Siempre he defendido la honradez en el fútbol y no podía permitir circunstancias como las que ocurrieron a final de temporada”. Fernando Roig justifica el despedido de Marcelino con estas palabras. Utilizando dos frases da a entender que el técnico no fue honrado en el último partido de la Liga 2015-2016 jugado en El Molinón, facilitando la victoria del Sporting por su vinculación emocional. ¡Toma Moreno!
No entiendo la razón para que un tipo inteligente como Roig descubra esta falta de honradez tres meses después de acontecidos los hechos. Es fácil deducir entonces que ha sido cómplice de Marcelino durante todo este tiempo y por tanto deshonesto. Me encaja mejor, aplicando el sentido común, que es una cortina de humo (con muy mala leche) por los pitos recibidos de sus aficionados en El Madrigal. La eliminación de la Champions y los dos empates en la Liga han puesto nerviosa a la afición y en consecuencia a su entronado presidente.
Es solo una intuición, pero tengo claro que Fernando Roig, un empresario de éxito (dueño de Pamesa y con el 11% de Mercadona), no puede ser tan mala persona como para destrozar con dos frases la carrera de un entrenador. Poner al pie de los caballos a Marcelino, satisfacer el ego de Tebas e intentar tapar el desastroso inicio de temporada del Villarreal no justifica una acusación tan grave. ´
Está claro que Marcelino metió la pata en la semana previa al último encuentro Sporting-Villarreal. Ninguna de sus declaraciones fue inteligente, ni acertada. Se metió en un laberinto verbal que le dejo sin salidas. Si mala fue la previa, peor la rueda de prensa posterior al partido y para acabarlo de rematar su mujer, Mar Garcia, escribió un tweet muy desafortunado: “Me voy de Asturias con el trabajo hecho!!!! Os dejamos en primera”. Demasiadas pistas para un detective.
Justo por los antecedentes conocidos no entiendo que sea ahora en septiembre y no en mayo la destitución de Marcelino por falta de honradez. No se trata solo de manchar la carrera del entrenador, le ha dicho al mundo del fútbol que Marcelino no es una persona honrada y que por tanto no es de fiar. Escuchando sus palabras me pregunto, ¿cuánto tiempo necesitaba Roig para encontrar una excusa tan inmoral y lamentable para destituir al técnico que le dio gloria, buen juego y resultados?
Añado que si Marcelino fue deshonesto por no plantarle cara al Sporting en la última jornada tuvo como cómplices a los trece jugadores amarillos que jugaron ese partido por su falta de competitividad, incluso al colegiado Undiano Mallenco que no fue capaz de percibir el regalo que le estaban haciendo a los de Abelardo.
Me queda una última pregunta: ¿Por qué Tebas es tan valiente con los pequeños y se acongoja con los grandes? Recuerdo hace dos temporadas, en la última jornada, el empate a dos del Deportivo de la Coruña en el Camp Nou que permitió a los gallegos seguir en primera. Está claro que en esa ocasión no hubo relajación del Barça, ni apertura de investigación, ni nada que fuera a molestar al campeón de la Liga.
Para cerrar. Del inteligente presidente del Rayo Vallecano no voy a comentar nada en esta ocasión aunque me muerda la lengua. Me parece que en el mundo de los dirigentes del fútbol hay muchos hipócritas.
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