Deportes populares
Todos los deportes
Mostrar todo
Opinion
Fútbol

Blog Uría: Lydia: cita en Split, horizonte Tokio

Rubén Uría

Actualizado 06/04/2017 a las 11:20 GMT+2

España acude al Europeo de halterofilia con un equipo que desborda entusiasmo y rebosa juventud. Lydia Valentín, gran referente y atracción.

Lidia Valentín hacia el europeo de halterofilia

Fuente de la imagen: EFE

Forjada a base de superar obstáculos, horneada y esculpida por su capacidad para superarse día a día en su batalla constante con su propio cuerpo, Lydia Valentín, mito del deporte español, sigue explorando sus límites. A sus 32 años, es medalla de oro, plata y bronce en halterofilia. Los dos primeros metales los ganó en diferido, después de saber que sus rivales habían hecho trampa y le habían robado su momento, la gloria del podio. La presea bornceada, esa sí, la pudo disfrutar en los Juegos de Río. Ahora Lydia encara un nuevo desafío en su prolífica carrera en la elite: el Campeonato de Euroopa de Split, en Croacia. Allí será el centro de atención de un deporte que, en este país, todavía sigue a años luz del respeto que merece. Lydia, capitana del equipo español, posiblemente el más competitivo de toda la historia, tiene una fecha grabada a fuego en el horizonte: Tokio, 2020. Y para eso, para hacer realidad su sueño, mientras espera que le concedan el oro de Londres y la plata de Pekín, nada mejor que dejar el pabellón lo más alto posible en Split.
Con la de Ponferrada como capitana y única mujer nacida en la década de los ochenta, España acude con un equipo compuesto por 14 halterófilos (ocho mujeres, seis hombres) y tiene aspiraciones de medalla. Valentín al margen, el equipo español acude sobrado de entusiasmo, que no de experiencia. Lydia será bandera, reclamo y referente de un grupo que apenas pasa de los 23 años de edad media y que acude al Europeo con la intención de conseguir un objetivo que, en el caso de la halterofilia en España, siempre es doble: primero, luchar por las medallas; segundo, lograr que este deporte, que sobrevive casi en el anonimato, sin apenas ayudas, empiece a ser reconocido por el gran público.
Lydia, rubia de ojos grandes y mentalidad de hierro, es la embajadora perfecta. Al rebufo de su gloria, a la estela de sus medallas y al calor de su popularidad, España quiere hacerse un hueco en la elite de la halterofilia. La leonesa lleva una vida combatiendo la adversidad y los prejuicios. Es reina en un deporte minoritario, compite contra rivales que no siempre respetan las normas y no gana el dinero que su esfuerzo merece. Y sin embargo, se siente feliz de ser como es y orgullosa de ser lo que representa, en todo su esplendor. El mundo de la halterofilia, a nivel de popularidad, es muy ingrato: sólo hay visibilidad si hay medallas. En el caso de Valentín, reconocida a golpe de autoridad y metal, eso ya no importa, porque es una campeona. Una mujer que empezó a levantar peso con apenas once años, siendo una niña, y que ahora puede presumir de aquello que es más difícil en esta vida: dejar de perseguir los sueños, para hacerlos realidad. Próxima cita, Split. En el horizonte, Tokio.
Rubén Uría / Eurosport
Únete a Más de 3 millones de usuarios en la app
Mantente al día con las últimas noticias, resultados y deportes en directo
Descargar
Temas relacionados
Compartir este artículo
Anuncio
Anuncio