Blog Uría: Morata y el dinero de la Premier

Álvaro Morata se muda a pastos más verdes. Su magnífico rendimiento en el Madrid, con un impresionante ratio de goles/minutos jugados no ha pasado desapercibido para el poderío económico de la Premier League. Con el Mundial a la vuelta de la esquina y la ambición deportiva por bandera, el delantero ha optado por buscar más minutos y protagonismo en el Chelsea. El gigante blue buscaba un delantero, no pudo firmar a Lukaku, no cuenta con Costa y Morata es la pieza que encajaba en el puzle de Conte. Ni el club inglés ni el Real Madrid han aportado cifras oficiales del traspaso. Por tanto, el baile de cantidades que figuran en los medios resulta interesante: desde España, diarios como Marca o As remiten a un coste de 80 M€ más otros 5M€ en variables; mientras que en la prensa inglesa, Daily Mirror señala que la venta se ha cerrado en 75 M€, Sky Sports habla de 79 M€ tras sumar varias variables del traspaso y por último, la prestigiosa BBC subraya que el montante de la operación he alcanzado los 67.8 M€. En cualquier caso, la venta de Morata es el traspaso más caro de un jugador español en toda la historia, superando la cantidad que el propio Chelsea pagó por Fernando Torres en 2011 (58 M€). El Madrid inyecta un río de millones en caja y además, la venta deja una propina para Atlético de Madrid y Getafe, por la norma de los derechos de formación que implementa FIFA en cada traspaso. Al Atlético le pertenece el 0.5% del traspaso y al Getafe, club en el que Morata estuvo una temporada, el 0.25%. Al no conocer la cifra oficial de la venta y considerando una cifra hipotética de unos 75 M€, el Atlético ingresaría 375.000 € (0.5% traspaso) y el Getafe, 187.000 € (0.25% traspaso).

El traspaso de Morata es el penúltimo caso en el que la Premier vuelve a sacar músculo en el mercado, tirando de chequera para firmar jugadores a un precio prohibitivo para el resto de clubes europeos. Los clubes ingleses llevan tres Copas de Europa desde 1999, es cierto. (Italia tiene tres campeones desde 1997, por cierto, y nadie lo recuerda). Tampoco no tienen en su campeonato a los dos jugadores que han monopolizado las últimas ediciones del Balón de Oro, como España, es cierto. Y se gastan cantidades ingentes en futbolistas nacionales - buenos jugadores pero no figuras-, en una práctica que resulta una inflación del mercado. Ahora bien, la Premier League es la competición más organizada, la que tiene más de seis o siete candidatos que pueden ganar el título, es el campeonato más solvente, es la liga que tiene más dinero, la que trata mejor al aficionado y la que tiene todos sus estadios, cuidados hasta el último detalle, llenos, a reventar, cada fin de semana.

En su progresiva escalada de precios prohibitivos para el resto de países, la Premier sigue reventando el mercado de verano: el United fichó a Lukaku por 84 kilos, Morata se va ahora el Chelsea por una cifra enorme, el City se ha hecho con Walker por 56 M€, ha pagado 50 por Bernardo Silva y además, se ha gastado 40 por Ederson, que ya es el portero más caro de la historia, sólo por detrás de lo que pagó la Juve por Buffon. Ocho de los diez fichajes más caros del verano son compras de clubes de la Premier. YA no es una moda. Es una tendencia. Y un serio toque de atención a los clubes portugueses, franceses, italianos y sobre todo, españoles. Gastar más dinero que nadie en fichajes no garantiza el éxito deportivo, pero sí evidencia una seria amenaza para el resto de Ligas. Resulta obvio que las grandes estrellas siguen prefiriendo jugar en Real Madrid, Barça o Atlético, equipos que, en los últimos años, mandan en Europa. Ahora bien, nada es eterno. En algún momento, el ciclo se agotará. Y en una carrera de fondo, ya saben, poderoso caballero es Don Dinero. Nadie puede predecir el futuro, pero la escalada del potencial económico de la Premier sólo puede derivar en dos vertientes: o el fútbol inglés explota como una burbuja inflada por sus salvajes precios, o acaba derribando al resto de ligas, acumulando los cromos más preciados. El tiempo pondrá cada cosa en su sitio.

Rubén Uría / Eurosport