Blog Guardiola: El Dortmund como garantía de competitividad

Guardiola siempre lo ha interpretado de este modo y ha tratado de impedir que sus jugadores se conformaran con lo conseguido. Siempre busca mantenerlos despiertos e intensos porque la incertidumbre es el motor necesario para la progresión. La reaparición de Badstuber y el retorno de Benatia es el mejor estímulo para que Boateng y Javi Martínez continúen rindiendo al máximo nivel como defensas centrales. El formidable ascenso de Kimmich es un gran acicate para Xabi Alonso. La energía eléctrica que desprende Coman en cada dribling es lo que necesita Robben para volver a su mejor nivel. Como el entrenador es consciente de lo que suponen dichos estímulos, los fomenta. Es indudable que si el Bayern logra contar con todos sus jugadores, incluyendo a Götze y por supuesto a Ribéry, el entrenador deberá tomar decisiones que serán destacadas como polémicas porque tendrá que descartar a jugadores espléndidos y mandar al banquillo a otros igualmente extraordinarios. Pero Guardiola prefiere tener este problema y no el opuesto.

La segunda gran garantía de competitividad es el Borussia Dortmund. El equipo que dirige Thomas Tuchel se parece muy poco al de las últimas temporadas aunque los jugadores sean, en esencia, los mismos. Tuchel ha implantado una nueva manera de jugar, el juego de posición, que está extrayendo un gran rendimiento de hombres como Kagawa, Mkhitaryan, Castro, Ginter, Weigl o Aubameyang y que además arroja unos resultados excepcionales: 22 partidos oficiales jugados, 18 victorias, 3 empates, una única derrota, 70 goles a favor y 24 goles encajados. El BVB de Tuchel no solo está desarrollando un juego excelente, pues también ha sabido mantener las principales virtudes del Gegenpressing y la finalización vertical, sino que difícilmente encontraríamos muchos equipos más solventes en toda Europa.

La diferencia de puntos con el Bayern lo dice todo: después de doce jornadas en las que el equipo de Guardiola ha batido todos los récords históricos de la Bundesliga solo hay cinco puntos de diferencia. En la excepcional temporada 2012-2013 en que el Bayern conquistó el triplete, la distancia sobre el Dortmund en la 12ª jornada era de nueve puntos. El legendario equipo de Heynckes sumaba por entonces 31 puntos, con 10 victorias, un empate y una derrota, y el BVB de Klopp tenía 22 puntos. Hoy, el Bayern de Pep suma incluso más: 34 puntos, con 11 victorias y solo un empate concedido, y pese a semejante balance fuera de serie únicamente consigue sumar cinco puntos más que su gran rival del Ruhr, que tiene 29. No hay mejor elogio posible para Tuchel que la tabla de clasificación de la Bundesliga.

Parece muy difícil que el BVB vaya a sufrir un descalabro como los que sufrió en los tres últimos campeonatos. En la mencionada última temporada de Heynckes, la distancia al terminar la primera vuelta fue de 12 puntos, que pronto se amplió hasta desembocar en el título del Bayern logrado a principios de abril de 2013: Heynckes ganó aquella liga con 25 puntos sobre su rival. En los dos años siguientes, los dos primeros de Guardiola, el Bayern llegó a Navidad con ventajas similares: 12 puntos sobre el Dortmund en 2013, lo que condujo a la victoria en liga más precoz en la historia en marzo de 2014; y 11 puntos sobre el Wolfsburg el pasado año, distancia que también fue irreversible.

Podemos concluir, por lo tanto, que 12 puntos en Navidad son una diferencia prácticamente irrecuperable para cualquier rival, pero no es así cuando la distancia es solo de cinco puntos, como la actual. Para Guardiola es una noticia de dos caras: negativa, porque visto el gran ritmo de su equipo preferiría tener ya bastante asegurado el título, pero positiva porque garantiza la competitividad dentro de su equipo. Nadie en el Bayern podrá relajarse mientras el Dortmund siga jugando de esta manera tan formidable.