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Juventus-Barça: El triplete, a bocados (1-3)

José David MARCO

Actualizado 07/06/2015 a las 01:08 GMT+2

El Barça se proclamó campeón de Europa al vencer a la Juventus por 1-3 en un encuentro que decidieron los chispazos del poderoso ataque azulgrana. Rakitic adelantó al Barcelona en los primeros minutos, empató Morata y finalmente Luis Suárez y Neymar hicieron valer la garra de un equipo culé que supo sufrir y resistir a los meritorios intentos del conjunto italiano.

El Barcelona, campeón de Champions League

Fuente de la imagen: AFP

LA FICHA: 
1 - Juventus: Buffon; Lichtsteiner, Barzagli, Bonucci, Evra (Coman, min. 89); Marchisio, Pirlo, Pogba, Vidal (Pereyr, min. 79); Tévez, Morata (Llorente, min. 85).
3 - Barcelona: Ter Stegen; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets, Rakitic (Mathieu, min. 90+1), Iniesta (Xavi, min. 78); Messi, Luis Suárez (Pedro, min. 90+6) y Neymar.
Goles: 0-1. M. 4: Rakitic; 1-1. M. 55: Morata; 1-2. M. 68: Luis Suárez. 1-3. M. 90+7: Neymar.
Árbitro: Cüneyt Çakir (Turquía). Amonestó a Vidal (min. 11), Pogba (min. 41), Luis Suárez (min. 70).
Incidencias: Final de Champions League 2014/15 disputada en el Estadio Olympia de Berlín.
PERSONAJES:
Leo Messi: Completó uno de esos partidos en los que parece que no se hace nada y lo acaba haciendo todo. Se colocó como organizador y desde ahí participó en los goles y momentos clave del Barcelona. No se llevó el premio del gol, pero su hazaña, la de construir un equipo de leyenda a través de su figura, ya está dentro de la historia del deporte rey.
Andrés Iniesta: Un rayo de luz entre la sombra a la que se veía abocado el Barcelona entre una nube de defensores de la Juventus. Condujo contemporizando, cambió los ritmos del ataque y encontró los huecos donde parecía imposible hacerlo. El premio merecido y la justa respuesta para los que algún día dudaron de sus capacidades.
Álvaro Morata: Enorme intentando intimidar a la sólida defensa azulgrana. Sobre él recaía todo el peso del ataque de la Juventus y suyas fueron las grandes oportunidades para el conjunto italiano. Marcó y soñó con levantar su segunda Champions; no pudo ser pero visto lo visto es bien seguro que volverá a tener la oportunidad de hacerlo.
Buffon: Resistió los insistentes ataques del Barcelona especialmente en la primera mitad. Sus experimentadas manos permitieron que la Juve hiciera buena su apuesta por el sufrimiento hasta que la clara superioridad técnica del Barça acabó decantando el resultado en su contra.
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Iniesta, Messi, Neymar y Rakitic celebran un gol del Barcelona

Fuente de la imagen: AFP

NUDO:
El fútbol, deporte de tópicos donde los haya, bien sabe que una final es una final; que no valen favoritismos cuando el balón rueda en una pelea por un título y que cualquier mínimo error puede acarrear terribles consecuencias para aquel que lo cometa. El Barça, precisamente, estuvo a punto de sentir en sus propias carnes el dolor de las frases hechas, de la infalible sabiduría popular y de los nervios fruto del miedo escénico en un marco que resulta tan intimidatorio como potencialmente glorioso. Entre el la inquietud y el dudoso estado del césped, los de Luis Enrique comenzaron erráticos, sin una idea clara y cometiendo errores impropios que daban alas a una Juventus dispuesta a comenzar presionando, dispuesta a ser el David ante un Goliat enfurecido y crecido en su sensacional apuesta mostrada a lo largo de la temporada. El dominio italiano inicial duró unos minutos que, lejos de parecer eternos para el Barça, acabaron proyectando la mejor versión azulgrana. Ese juego sosegadamente enfurecido, ese que a través de la combinación es capaz de abrir heridas de lo que parece la nada absoluta.
Convirtiendo sus nervios en ímpetu y las dudas en valentía, el Barcelona sacó a relucir sus instintos, su ADN de toque que hacía llegar con peligro al área rival a los jugadores más amenazantes del Barça, a los cinco jugadores que entre pase y pase acabaron interviniendo en el gol de Rakitic que daba paso a un dominio absoluto del equipo azulgrana. Así, con una demostración gráfica de lo que llevan grabado en su filosofía, el Barcelona sacó su versión más dominadora, siempre abrazado a través del balón y contando con esa nueva versión del Messi organizador, de creador y proyector de todos los ataques del conjunto de Luis Enrique. La Juve, mientras, se negaba a renunciar al guion de ‘catenaccio’ y contragolpe que tenía previsto para el partido. Por mucho que le retara el Barça a salir de su campo, los de Allegri no lo hacían, esperaban, aunque fueran presos de los nervios por ver tocar a Messi, Iniesta y compañía y se agarraban a su conciencia del sufrimiento, a su inteligente lectura de la faceta defensiva esperando que el rival bajara el ritmo o dejara desprotegida su espalda ante las insistentes intenciones de Morata.
El paso de los minutos daba la reacción a la astuta lectura que hacía la Juventus. El Barça se desactivó se vio obligado a defender después de no haber sabido aprovechar sus oportunidades. Ahí lucía la efectiva zaga de un equipo azulgrana que, no dispuesto a asumir riesgos, intentaba, sin suerte, aportar el último empujón antes de un tiempo de descanso que, pese al marcador favorable para los culés, llegaba con más incertidumbres que certezas para ambos rivales.
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Gol de Rakitic en la final de Champions entre Juventus y Barcelona

Fuente de la imagen: AFP

Nada puede hacer más daño al Barça que sus propias dudas. Son las que anulan las mejores armas, las que hacen parecer vulgar y defectuoso el metrónomo que significa Busquets para el Barça; las que sin un paradigma claro dejan vendido a un equipo que, aunque lo intente, no puede ocultar que no sabe hacer otra cosa que organizarse siempre a través del control del balón. La Juventus, diablo y perro viejo donde los haya, divisaba entonces, al poco de empezar la segunda parte, su gran oportunidad. Sin control ni ofensivo ni defensivo, el Barcelona se hacía un flan en cada ataque italiano, fallaba combinaciones en corto y se perdía buscando a los rivales que ganaban constantemente la banda. Eso era precisamente lo que había intentado hacer con éxito Morata todo el rato y el premio acabó llegándole en un balón muerto, justo en la jugada en la que había cambiado su rol al de ‘cazagoles’, al de un delantero instintivo que dando la talla en otra gran cita daba muestras de un crecimiento que se le antoja ilimitado a un jugador que lejos de empequeñecerse en una liga como la italiana se ha hecho grande, valiente y osado sean quienes sean los defensas que se le pongan cara a cara.
Pareció entonces que la Juventus podía dar la campanada, pero entre el destino y la capacidad de reacción y el crecimiento que ha tenido el Barcelona con la llegada de Luis Enrique y sus alternativas a la contra, volvieron a poner la Champions de nuevo en las manos del Barcelona justo cuando todos los culés ya imploraban la entrada de Xavi para que su último servicio al club de su vida fuera agarrar con fuerza la ventaja en el marcador. Frenar el ritmo, contemporizar y dejar que pasaran los minutos para que el Barça se acabara proclamando campeón. Antes de que eso ocurriera, que acabó ocurriendo dentro de la demencia a la que se iba encaminando el partido. Suárez, culminando una contra que amedrentaba desde el propio campo azulgrana, fue el autor del gol del triplete. Del gol que daba paso a ese protocolario sufrimiento que hace más grande si cabe un título culminado de la forma más reveladora, a la contra, esa alternativa que ha devuelto la capacidad ganadora a un equipo que nunca llegó a agotar su idea de fútbol. Campeón de Europa, Liga y Copa del Rey. Directo a la historia.
MOMENTOS:  
4’: 0-1. Gol de Rakitic. Jugada que inicia Messi con un gran pase cruzado que baja Alba, este cede a Neymar, que encara y pasa a Iniesta para que el centrocampista la deje muerta en el área. Rakitic aprovecha el pase y ejecuta un gran disparo que bate a Buffon. Un gol marca de la casa.
8’: Cabalgada por banda de Morata, que quiebra a Mascherano para ceder en horizontal a Vidal. El disparo del chileno se va desviado por encima de la portería. La jugada llegó después de una posible mano no señalada en el área de la Juventus.
13’: Paradón de Buffon. Evita que Alves, que disparó tras un buen pase de Suárez desde la línea de fondo, aumentara la renta azulgrana.
20’: Mascherano se lanza al corte en el área para evitar que Tévez llegara a disparar con claridad.
24’: Disparo peligroso de Morata desde dentro del área que acaba desviado de la portería de Ter Stegen.
39’: Arrancada de Luis Suárez entre varios rivales y tiro raso buscando el palo largo. El balón se va fuera por poco.
48’: Buffon saca otra mano salvadora para evitar que el potente tiro de Luis Suárez en una contra del Barça acabe en el fondo de la red.
55’: 1-1. Gol de Morata. Jugada de combinación de la Juventus que finaliza Tévez con un tiro a la media vuelta desde el punto de penalti. Ter Stegen despeja pero la deja muerta para que Morata marque con rabia el gol del empate. Un gol de ‘9’.
62’: Disparo de Tévez que se marcha desviado por poco.
68’: 1-2. Gol de Luis Suárez. Messi avanza entre una nube de rivales, dispara con toda la fe para encontrarse con Buffon. El rechace queda suelto y Luis Suárez lo caza para adelantar al Barça con una jugada casi calcada al gol de la Juve.
70’: Gol anulado a Neymar por mano. Remató de cabeza pero desvió sin querer el balón con la mano cambiando la trayectoria del mismo.
79’: Córner que sirve la Juve y remata Pogba de cabeza. Se va alto por poco.
82’: Piqué dispara en segunda jugada, tras un saque de esquina, a la media vuelta pero el esférico acaba saliendo por encima del larguero.
89’: Tiro lejano de Marchisio que despeja con complicaciones Ter Stegen a córner.
90’+7’: 1-3. Gol de Neymar. Contragolpe cuando la Juve buscaba el empate a la desesperada que culminan Pedro y el brasileño para finalizar el partido.
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El Barcelona, campeón de Champions League

Fuente de la imagen: EFE

NUESTRA OPINIÓN:
Una final totalmente paradigmática, eléctrica, por momentos conservadora y por momentos totalmente alocada, que acabó ganando el equipo que más armas tenía preparadas. Al toque o al contragolpe, el Barcelona se lleva una Champions como premio a la evolución de su juego. Un triplete que recompensa el hambre de unos futbolistas que ya lo ganaron todo y el atrevimiento de un joven entrenador que no dudó en hacerse con un vestuario que nunca se lo iba a poner fácil.
LA ESTADÍSTICA:
Estadística Juventus - Barcelona
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