Blog García Mera: Como en el patio del colegio, pero en domingo

Los partidos se acaban verdaderamente cuando se olvidan. Por eso las finales nunca terminan.

La de Ciudad Real ha sido una quiniela sin lunes, un saco de juguetes indescifrables. De golpe la pista es más azul, más grande, más divertida. Durante esa mudanza de emociones de la primera mitad Daniel acomodó su pie izquierdo para recibir el balón con los brazos abiertos. Lo recibió de Ricardinho, que había hecho una contra de manual. Y ante una defensa bien armada acarició el cuero por encima de un Fabio gigantesco.

Cuando aún quedaba el eco del gol, llegó la estrategia de ElPozo. Un saque a la espalda de los azules y Álex, utilizando el cuerpo como nadie, gana la posición y acompaña el balón hacia la red.

Antes de ir al descanso, Ricardinho saca un córner sin esperar a nadie y Rafael, haciendo una finta, empalma la bola y la envía cruzada al fondo.

El segundo tiempo fue fútbol sala. En estado puro. Ningún jugador rehuyó el uno para uno. Todos asumieron protagonismo. Incluso en los momentos más críticos. Hay varias cosas claras: Pito es un jugador sobresaliente, excelso. El binomio Álex-Miguelín es una fábrica de fantasía. Rafael ha vuelto al lugar que le corresponde: el dominio. Y Ricardinho sigue condicionando el juego del equipo rival.

El encuentro se acabó en tablas. Se hipotecó el oxígeno y se llegó a los penaltis: Álex, Taffy, Marinovic… y así hasta el infinito y hasta que Jesús Herrero logró atajar con su pierna derecha la avalancha roja. Y Pola, omnipresente en los momentos críticos, agitó el corazón y tocó el cielo.

Muchas gracias a todos los que nos han emocionado en Ciudad Real. Hemos disfrutado como en el patio del colegio, pero en domingo.