La flor (y algún error) de Zidane dejan paso a una durísima cuesta de enero

Preocupante: Segunda derrota consecutiva de Zidane. Se acabó la flor del francés tras perder en Sevilla y hacer lo mismo este miércoles con el Celta en el Bernabéu y obligar a una remontada muy complicada en Vigo (el Madrid tendría que ganar al menos 0-2 en Vigo para meterse en semifinales). Esta vez no hubo gol milagroso de Ramos, ni reacción final de furia pese a que Benzema falló una clarísima ocasión en el minuto 85. En apenas cuatro días el Real Madrid ha perdido crédito en Liga y está prácticamente eliminado de la Copa del Rey.

Sin Benzema ni Morata de inicio, ¿una frivolidad de Zizou? El técnico siguió apostando por las rotaciones y aunque mantuvo a Cristiano Ronaldo de falso nueve junto a Lucas Vázquez y Marco Asensio en punta, optó por no alinear a ningún delantero puro en la primera parte y el equipo perdió múltiples opciones de ataque y especialmente de remate. En la segunda parte entraron los dos, casi de golpe, y aunque generaron alguna ocasión su concurso fue insuficiente.

Modric necesita un descanso. El croata juega todo y parece fundido físicamente, casi sin tiempo para pensar y para crear su mejor fútbol. La baja de James y el no concurso de Isco para darle descanso están pesando en las piernas y el cerebro de Luka. Y del juego del Real Madrid.

Y Cristiano reencontrarse con el gol y la confianza. Colocado de falso nueve, pero sin desborde ni chispa en ataque. Nervioso, inquieto y sin ninguna confianza en su remate. El portugués no está en su mejor momento, como ya pudo verse en Sevilla.

El Celta y Berizzo, un planteamiento perfecto. El equipo gallego llegó al Bernabéu con la tormenta interna del caso Orellana, pero una vez plantado en el terreno de juego todos supieron lo que había que hacer: esperar, aguantar los ataques del Real y aprovechar cualquier espacio para crear buenas contras. Esos tiempos del partido los manejó el técnico argentino y sus jugadores, e incluso tuvieron tiempo y espacio para dejar el 1-3. Cuestión de velocidad y de mucha fe.

Iago Aspas se consagró en el Bernabéu. Al Barcelona ya le había hecho muchos rotos en Balaídos, pero al delantero internacional español le faltaba una gran actuación en el Santiago Bernabéu, y por fin la tuvo. Marcó el 0-1 y dio una asistencia perfecta a Jonny para que pusiera el 1-2 definitivo. Su gran noche y ¿su Copa?

Nuestra opinión: El Real Madrid ha perdido en cuatro días los mismos partidos que en un año entero. Zidane debe reflexionar sobre algunos de sus planteamientos. Del nerviosismo a la crisis hay una delgada fina línea.