El último capítulo de indisciplina de Neymar con Emery fue días antes de llorar en público

Emery le mandó estirar en un entrenamiento junto a sus compañeros al terminar la sesión y el brasileño se negó a hacerlo y prefirió dedicar ese tiempo a chutar a puerta para afinar su puntería. Este desencuentro es uno más y similar al que sucedió en octubre después del duelo de Champions del PSG contra el Anderlecht.

A pesar de que Neymar se puso a llorar en la concentración de Brasil, en una rueda de prensa el pasado viernes junto al selecciones Tite, desmintiendo que se llevara mal con Unai Emery, lo cierto es que el brasileño mantiene una relación más que tirante con el español y el último capítulo de sus ya habituales muestras de indisciplina fue sólo días antes.

"Están pasando muchas cosas conmigo. Estoy muy bien en París, estoy feliz. No soy perfecto, tengo 25 años y quiero seguir mejorando. Estoy motivado para ser un jugador que de todo dentro del campo. Lo que me molesta son las mentiras”, dijo el brasileño en esa comparecencia de prensa ante su seleccionador.

Unai Emery es un técnico muy metódico (esa es su forma de entrenar) que prepara con mimo y mucho detalle cada entrenamiento junto a su equipo técnico y Neymar es un futbolista indisciplinado al que le gusta más ir por libre.

Emery considera que para prevenir futuras lesiones una parte vital del entrenamiento diario son los estiramientos, con los que suelen concluir sus sesiones de trabajo.

El brasileño, que arrastraba problemas físicos en su pierna izquierda, se negó en ese incidente último a estirar junto a todos sus compañeros y prefirió dedicar ese tiempo a chutar a portería para mejorar su puntería negándose a escuchar los consejos de su entrenador. De esta manera, Emery quedaba ninguneado ante el resto del grupo que seguía sus indicaciones de estirar tras el entrenamiento mientras el ex del Barça estaba ante una portería.

Antes de todo esto, llegó el problema de Neymar con Cavani por el lanzamiento de un penalti y en el que Emery trató de quedarse de perfil para no aumentar los problemas.

Posteriormente, 'L'Equipe' publicó que al brasileño le sentó muy mal que Emery no le dejara entrenarse con los suplentes del PSG tras el partido contra el Anderlecht del pasado 18 de octubre en el que el PSG ganó al Anderlecht (0-4).

El técnico preparó una sesión muy suave para los que habían sido titulares en el partido de Champions, entre los que lógicamente se encontraba Neymar. Finalizado ese pequeño entrenamiento, los reservas se disponían a jugar un partidillo y Neymar quiso incorporarse, pero Emery se lo impidió.

El incidente terminó con Neymar soltando un pelotazo contra una pared antes de irse a los vestuarios muy enfadado.

Unos días después, Emery tuvo que desmentir que a Neymar le cansasen las sesiones de vídeo que prepara el técnico español: "No es verdad. Él está muy atento en esas sesiones", dijo el técnico español. Y es que a Neymar lo único que de verdad le gusta hacer durante los entrenamientos es entrar en contacto con el balón, mientras que Emery tiene otros métodos de trabajo que chocan con el anárquico delantero estrella del PSG.

Todo indica que la mala relación tendrá sus consecuencias e incluso se avanza que Emery no acabaría este año como entrenador del PSG. Otra forma de presión sería la ejercida por Neymar en su reciente visita a sus excompañeros del Barcelona y, tras la cual, se filtró que les habería preguntado si podía volver, como publicó Sport.