Messi, el líder con plenos poderes en las decisiones del Barça

Esta, la de la última década en la que el Barcelona ha sumado dos tripletes históricos y un número nada desdeñable de títulos, es la era, sin duda, de Leo Messi. A través de su figura se ha articulado todo el proyecto deportivo del Barcelona y esa ha sido la clave en la construcción de un equipo ganador, un equipo que se articula según convenga y según opine el propio jugador argentino. La última de las decisiones tomadas en Can Barça con la intervención directa del cuatro veces Balón de Oro ha sido la renovación de Dani Alves, que reconoce abiertamente que fue Messi quien le instó a quedarse en el Barcelona cuando su salida parecía segura por falta de acuerdo en las condiciones económicas que le ofrecía la directiva azulgrana. Así relató en rueda de prensa la conversación el propio lateral brasileño: "Me dijo: Dani quédate, ¿donde vas a estar mejor que aquí?"

Y es que desde que llegara al club azulgrana en la temporada 2008/09, Dani Alves se ha ido ganando un papel principal en el vestuario azulgrana, donde su figura ha ido creciendo a la vez que la de Leo Messi, con quien ha entablado una gran relación tanto deportiva como personal que ha servido de empuje para que el brasileño aceptara unas condiciones económicas que en un principio no estaba dispuesto a firmar. La confianza que le da el argentino y la innegable evidencia de que con él en el vestuario los éxitos deportivos están prácticamente asegurados han hecho que Alves dejara atrás sus pensamientos sobre un cambio de aires.

No es este, ni mucho menos, el único capítulo en el que la intervención de Messi ha sido vital para el Barcelona. El argentino, como no pasó con otros jugadores como Zlatan Ibrahimovic -el nombre más sonado-, recibió la pasada temporada a Neymar con los brazos abiertos. El ariete brasileño, por su parte, supo entender que su papel principal en el equipo estaría supeditado a ejercer de apoyo para Leo y así ambos han mostrado una excepcional química sobre el terreno de juego. Sin el visto bueno de Messi, entre otras cosas porque el juego culé se articula siempre alrededor del que es posiblemente el mejor jugador del mundo -y parte si no completamente de la historia-, la adaptación de Neymar podría haber resultado muy distinta y, desde luego, habría estado muy lejos de los 122 goles que han marcado entre los tres jugadores de ataque del equipo azulgrana.

Ahí es donde entra otra de las opiniones de Messi que han marcado el camino del Barça. Luis Suárez, que llegó el pasado verano al equipo, reconoció sin complejos que varió su posición en el terreno de juego por orden directa de Leo Messi y no tanto por la intervención de Luis Enrique. "Un día me planté como número 9 en un partido en el que quedé ahí y fue en un momento cuando me dijo Leo 'quédate por ahí"", revelaba el delantero uruguayo en El Partido de las 12 de la Cadena Cope. "El entrenador vio que habíamos tenido una buena solución y empezó a probar ahí. Obviamente que el entrenador fue el que después empezó a plantear los partidos poniéndome como número 9".

Así, reconociendo que fue Messi el que dio la orden inicial en un momento de improvisación sobre el campo -Luis Suárez empezó a jugar cayendo a la banda derecha-, se demostró el valor que tienen las opiniones del argentino dentro del vestuario. Anteriormente, por ejemplo, José Manuel Pinto renovó con el Barcelona como portero suplente por intervención también de Leo Messi -mantenía una gran amistad con el guardameta-, un hecho que lejos de ser anecdótico empieza a convertirse en habitual en el Barça, donde han sabido ver que la felicidad del argentino es la primera máxima que mantener desde todos los estamentos del club. Si Leo está feliz, el fútbol acaba siempre sonriendo al Barça.