El Clásico gol de Ramos, un Barça sin identidad y un Zidane de récord

Otro gol de Sergio Ramos en el minuto 90, no debe ser tanta casualidad. El central y capitán madridista volvió a elevarse y a meter su cabeza para marcar otro gol importante en el minuto decisivo de un partido decisivo. Dos finales de Champions League, la pasada Supercopa de Europa y ahora el que le faltaba en la colección, para sacar un empate con sabor a victoria del Camp Nou.

Zidane iba a sumar su primera derrota en Liga, pero... Pero no. Sergio Ramos se encargó de que no fuera así y de que ya sean 33 los partidos invicto de forma consecutiva desde que el Real cayera inesperadamente ante el Wolfsburgo en la ida de cuartos de la pasada Champions. Ante el Dortmund este jueves puede igualar al mítico entrenador holandés.

Luis Suárez y su idilio en los Clásicos. Algunos decían que se estaba secando porque su último gol en Liga fue el pasado 6 de noviembre, y un mes sin marcar para el considerado mejor nueve del mundo es demasiado, pero ante el Real Madrid (otra vez) sacó petróleo dentro del área. Cuando debutó en el Bernabéu hace dos temporadas y media, asistencia. En el Clásico que dio media Liga a los culés en 2015 marcó el de la victoria, destrozó a la contra el año pasado en el Bernabéu y ahora dio tres puntos para seguir agarrándose a este título.

Mucha más tensión y polémica que buen fútbol en la primera parte. El árbitro Clos Gómez tuvo trabajo por lo mucho que se pidió en las dos áreas. A los dos minutos un posible penalti de Mascherano a Lucas Vázquez, muy poco después una posible mano de Ramos y el más claro, una extensión de brazo de Carvajal que enloqueció al Camp Nou. No se pitó nada y el colegiado permitió incluso acciones duras en el centro del campo. A falta de juego, hay que reconocer que hubo muchas patadas.

Luka Modric, inconmensurable. El croata hizo todo y lo hizo bien durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Robó y recuperó balones haciendo olvidar el trabajo sucio de Casemiro y fue quien movió a su antojo al Real Madrid y el ritmo del partido, con una precisión brutal en el pase.

El Barça, sin centro del campo y sin apenas atacar en casa… Con Sergio Busquets lejos de su mejor momento y con André Gomes todavía inadaptado al juego de este equipo, los azulgrana apenas generaron nada durante la primera parte y esto se tradujo en ansiedad y en un solo tiro a portería, que fue una falta directa de Leo Messi. Y el primer gol llegó a balón parado en una acción aislada.

… pero todo cambió a mejor con Iniesta. Tras su lesión en Mestalla, el manchego entró en juego en el minuto 60 tras esta ausencia y el Barça, espoleado minutos antes por el 1-0 de Suárez, comenzó a generar ocasiones de gol. Hasta Messi en un gran gesto le cedió el brazalete de capitán cuando saltó al campo.

Cristiano quiso, pero no pudo. Tal vez le pesara en el aspecto psicológico la información publicada horas antes del partido de su supuesto fraude fiscal durante los últimos años. Tal vez no estaba al cien por cien físicamente porque cojeó desde los primeros minutos y tal vez la escasa aportación de Benzema tampoco le ayudó. Pero su bagaje en ataque sólo fue un tiro tras una buena acción y otra jugada en la que prefirió disparar a las nubes que pasársela a Karim, que estaba solo. En el minuto 89 tuvo la gran ocasión para empatar, pero su cabezazo lo salvó bajo palos Alba.