Los tres madridistas que mejor huella dejaron a Raúl

Se trata de Fernando Hierro, Fernando Redondo y Luis Figo, tres ex compañeros que marcaron en él un antes y un después durante su etapa en el Real Madrid. De ellos, guarda un agradable recuerdo que no se borra con el paso del tiempo.

De Hierro: "Cuando llegué al equipo con apenas 17 años me adoptaron como uno más. Terminaba un partido y me decían que fuera a cenar con ellos. Estaba en conversaciones de mayores, con sus mujeres. Me arroparon muchos.. Fue muy importante para mí. Luego hemos estado en el Madrid, en la selección, convivimos juntos casi 10 años. Compartíamos los problemas del Madrid, de la selección. Me ayudó muchísimo. Él ya tenía una edad y una experiencia. Estoy agradecido por todos los consejos que me dio".

Sobre Redondo: "Fue mi compañero de habitación. Era muy profesional. Cuando llegó tuvo los problemas de la lesión de rodilla, pero el año de Capello fue uno de los que más le ayudó. Se adaptó muy bien con Seedorf y le llegaron años muy buenos. Imagínate convivir con un tipo con esa personalidad tan increíble. Yo le escuchaba los problemas que tenía entonces con Passarella en la selección".

Sobre Figo: "Como profesional fue increíble. Cada entrenamiento, cada partido. Estuviera mal o bien, hubiera fallado ocho balones. Pedía la pelota siempre. Conectamos muy bien y siempre tuvimos mucho 'feeling'".

Raúl aprovechó además para contar una anécdota que vivió cuando Fabio Capello se hizo cargo del baquillo madridsta en el 96.

“Aquel verano estaba jugando los Juegos Olímpicos de Atlanta y llamé para ver cuándo empezaba a entrenar y me dijeron que tenía que incorporarme al día siguiente. Volé al día siguiente y llegue corriendo. Además de Capello estaban Suker, Mijatovic... Antes de entrar a entrenar, me puse las botas y con las prisas no me las abroché. Cuando fui a darle la mano para saludarle, me dijo: "¿Usted no se sabe atar las botas? Al campo no se sale con las botas desabrochadas". Tuve que volver a salir, atarme las botas y ya volví a entrar y le dí la mano. "Póngase a trabajar", me dijo. Me enseñó muchísimo en facetas que no había entrenado antes” explicó el ex capitán blanco.