Deportes populares
Todos los deportes
Mostrar todo

El post del pospartido: Fútbol moderno, devuélveme la vieja Copa Intercontinental

Adrián G. Roca

Actualizado 16/12/2017 a las 22:35 GMT+1

Ni Gianni Infantino, ni Cristiano Ronaldo, ni los haters del fútbol moderno ni tan siquiera alguno de los jeques presentes en el lujoso palco del Zayed Sports City Stadium de Abu Dabi me pueden devolver a mi adolescencia. Pero alguno de ellos, especialmente si odian el fútbol moderno por mucho dinero o poder que tengan, pueden devolvernos el viejo formato de la Copa Intercontinental.

Cristiano Ronaldo y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino en el Mundial de Clubes que ganó el Real Madrid

Fuente de la imagen: Getty Images

En Japón, por la mañana y entre semana. Y ojalá otra vez con 16 años como cuando Boca Juniors ganó al Real Madrid aprovechando la autopista Geremi Nitjap. Porque el poso que deja un nuevo triunfo blanco en este formato de competición es que si el VAR sirve realmente para algo o cómo, cuándo y dónde debe aplicarlo el árbitro. Honestamente, eran mucho mejor aquellos tiempos de acné en la cara y libres de cualquier tipo de debates sobre vídeoarbitraje.
Desde luego fue mucho más sano escuchar el aguanís de Raúl contra el Vasco de Gama pegado a la radio en la cafetería del instituto, imaginar cómo fue aquella genialidad y tener que esperar al menos tres o cuatro horas para llegar a casa y pillar a tiempo el telediario. Y también más puro, porque el Twitter no sólo aún no estaba inventado, es que ni soñábamos aún con un teléfono móvil.
La del Boca de Riquelme y Palermo no tuvo ninguna gracia, porque el riesgo de hacer pellas y que se acabaran enterando tus padres vía carta de la jefa de estudios era elevado, como así sucedió. De hecho estábamos más seguros de la recepción de esa bronca por escrito que de que el Madrid pudiera perder aquel título. Más previsible fue la de dos años después contra el Olimpia de Asunción, también en Japón, por la mañana en España y entre semana. Y no porque fuera un rival facilón, sino porque en aquel diciembre ya era estudiante de Periodismo y mis clases eran por la tarde. No hicieron falta las pellas, y ahí fue cuando esta copa comenzó a perder su esencia.
Nada me hubiera gustado más en aquellos que los amigos valencianistas de mi adolescencia se hubieran escapado del instituto si Khan no hubiera detenido el penalti a Pellegrino, pero si Valencia o Atlético de Madrid son campeones de Europa algún día, ojalá que Infantino, ese hater o ese jeque les permitan volver a la esencia de la Intercontinental, aunque esos jóvenes del mañana lo podrán ver en su móvil o en Twitter sin salir de clase.
Hasta aquel primer Mundialito que el Madrid jugó en Brasil donde vimos por fin marcar a Anelka o Dida se puso en el mapa era diferente a este formato donde, con todo el respeto, un Kashima Antlers de la vida puede llegar a la final e incluso ganarla. Lo del Barça en 2006 contra el Internacional fue una experiencia contradictoria, no porque perdiera, sino porque este formato ya estaba plenamente instalado y quien escribe ya había dejado de ser un crío para ser un becario de esta misma web.
Únete a Más de 3 millones de usuarios en la app
Mantente al día con las últimas noticias, resultados y deportes en directo
Descargar
Temas relacionados
Compartir este artículo
Anuncio
Anuncio