Deportes populares
Todos los deportes
Mostrar todo
Opinion
Natación

Blog De la Calle: El Havelange del agua y la sirena rebelde

Fermín de la Calle

Actualizado 22/07/2017 a las 21:41 GMT+2

Julio Maglione, reelegido presidente de la FINA a sus 81 años, tendrá que enfrentarse a la GAPS, una asociación de nadadores liderados por Katinka Hosszu.

Julio Maglione

Fuente de la imagen: Eurosport

En 1973 la ATP, por entonces una asociación que contaba con apenas 70 jugadores, decidió echar un pulso a la poderosa ILTF al negarse a dar luz verde a una competición con formato de liga bautizada como World Team Tennis. La pugna entre ambas instituciones estaba en todo lo alto cuando estalló un pequeño escándalo. Nikola Pilic, miembro de la ATP, fue suspendido por la Federación Yugoslava de Tenis por no participar en una serie de la Copa Davis en Nueva Zelanda, a la que supuestamente se había comprometido. Los miembros de la ATP se negaron y plantearon un mes de boicot, o que incluía no acudir a Wimbledon. Un pulso en toda regla.
Aquella reacción de los tenistas ha inspirado a los nadadores que han decidió fundar la nueva Asociación Global de Nadadores Profesionales (GAPS, por sus siglas en inglés). Todo para hacer frente a la Federación Internacional de Natación (FINA), en la que sigue el mando el sempiterno, Julio Maglione, de 81 años, que ha sido reelegido para completar un tercer mandato como presidente dos años después de que la organización eliminase el límite de edad.
En el equipo de Maglione sigue figurando como vicepresidente el kuwaití Husain al-Musallam, quien ha sido acusado de soborno por el diario británico The Times y la revista alemana Der Spiegel. Según ambos medios al-Musallam exigió el pago de los patrocinios a través del Consejo Olímpico de Asia. Además Al-Musallam aparece identificado en documentos federales de Estados Unidos como "co-conspirador en un caso de soborno de la FIFA, cuando el miembro del comité de auditoría de la FIFA Richard Lai de Guam le dijo a la corte federal de Brooklyn que le pagaban sobornos de seis cifras a través de OCA para satisfacer los intereses de los funcionarios kuwaitíes.
Ante este panorama los nadadores han decidido tomar la iniciativa. La FINA es un caos. No hay transparencia en la finanzas, las reglas cambian constantemente y los líderes no tienen visión de futuro. Necesitan escuchar la voz de los nadadores profesionales y permitir a los nadadores tener voz en decisiones importantes sobre el futuro de nuestro deporte”, ha denunciado la campeona olímpica Katinka Hosszu.
Hosszu, la estrella indiscutible en los Mundiales que se disputan estos día en Budapest, su país, se ha sumado a un grupo de para formar la asociación GAPS. Hay medallistas olímpicos y nadadores que ostentan récords mundiales como Adam Peaty, Sarah Sjostrom, Bronte Campbell y Cate Campbell, Kosuke Hagino, Cameron Van Der Burgh, Marco Koch, Conor Dwyer, Katie Meili o Lia Neal.
Hosszu, que cuenta con el respaldo de numerosos patrocinadores y hasta dispone de una marca propia, estuvo a punto de retirarse. “Estaba muy deprimida. No estaba segura ni siquiera si quería volver a nadar. Pero la llegada de Shane (su entrenador y esposo) dio un impulso a mi carrera y me permitió lograr la fortaleza física y mental para volver al más alto nivel”, revela la nadadora. Después de aquello consiguió los títulos mundiales en 200 y 400 estilos en los Mundiales de 2015 en Kazán , repitiendo en los Juegos Olímpicos de Río el oro en las mismas pruebas, además de sumarle otro título en los 100 metros espalda y una plata en los 200 espalda. Hoy, después de la reelección de Maglione (al que llaman el Havelange de la piscina), Hosszu arranca su batalla en el agua, donde buscará unos éxitos que le darán fuerza para seguir luchando fuera de la piscina contra los designios del viejo presidente.
Únete a Más de 3 millones de usuarios en la app
Mantente al día con las últimas noticias, resultados y deportes en directo
Descargar
Temas relacionados
Compartir este artículo
Anuncio
Anuncio