El Duna Aréna, el símbolo de los Mundiales de natación de Budapest

Budapest, 25 jul (EFE).- El Duna Aréna, escenario central de los Mundiales de Natación de Budapest, situada en las orillas del Danubio (Duna, en húngaro), dominando el panorama del norte de la ciudad, podría ser una de las mejores del mundo, según los expertos.

El proyecto es un tema de prestigio para el Gobierno del conservador Viktor Orbán, que ha declarado varias veces que se trata de un "asunto nacional" y del mayor evento deportivo que el país ha organizado jamás.

El arquitecto español, que diseñó el edificio, Quim Pujol ha explicado en declaraciones a Efe que el complejo deportivo con una capacidad de 12.000 personas es, según los expertos en este tipo de construcciones, una de las mejores piscinas del mundo.

Hace poco más de dos años la ciudad de Guadalajara de México anunció que no podía organizar los Mundiales, debido a los costes que generaba el evento y por aquel entonces Budapest, que se preparaba para organizar los Juegos de 2024, y tras las garantías gubernamentales, se presentó como sede, lo que fue una gran salida para la Federación Internacional de Natación (FINA).

El Duna Aréna se construyó en 17 meses. La instalación fue entregada en febrero de este año, y las obras de diseño y de construcción se realizaron casi paralelamente, para avanzar los más rápido posible, según ha explicado Pujol.

"Esta fue la obra más placida que hemos tenido", ha asegurado Pujol, quien ha destacado que esta haya sido, tal vez, la primera vez que consiguieron entregar una obra con la máxima fidelidad al proyecto aprobado y destacó el profesionalismo de los constructores, la empresa local Market.

Aunque en Hungría todo el proyecto de los Mundiales generó una discusión política, Pujol ha recordado que con su coste de 140 millones de euros, el Duna Aréna podría considerarse barato, ya que por ejemplo en España el mismo proyecto habría costado "entre 60 y 100 millones de euros más".

Eso sí, los sueldos en Hungría apenas alcanzan la tercera parte de los de España y en este proyecto casi todos los trabajadores fueron locales, según ha recalcado el arquitecto.

Pujol ha destacado que, por ejemplo, la piscina de Tokio (Juegos 2020) que se está construyendo ahora, originalmente iba a tener un coste de 700 millones de euros, un presupuesto que ahora se quiere recortar con unos 200 millones.

Para Pujol en el Duna Aréna se ha creado "una atmósfera, una combinación de colores y la luz muy especial y agradable" en el interior de la piscina, cuyo diseño por fuera imita unas olas que ondulan paralelamente al río.

"Tengo la impresión de que se van a conseguir muy buenos resultados deportivos en ella", ha enfatizado Pujol, que al mismo tiempo ha asegurado que no cree que existan piscinas más rápidas que otras.

En todo caso, el portal de internet local mno.hu, en un análisis sobre el proyecto, ha alertado de que el 70 % de las licitaciones públicas acabaron en manos de ocho inversores, todos supuestamente "con muy buenas relaciones gubernamentales".

"Les une una vieja amistad con ministros o con el propio jefe de Gobierno", ha asegurada la investigación difundida por el citado periódico electrónico.

Entre estos destaca Market que, según la prensa local, pertenece a István Garacsi, "un amigo cercano al primer ministro, Viktor Orbán", tal como recoge mno.

"No hay informaciones transparentes que aclaren exactamente qué se ha hecho con nuestro dinero", ha asegurado el partido ecologista LMP en un comunicado, con lo que considera que después de los Mundiales se reabrirán las discusiones políticas sobre todo el proyecto.