Blog De la Calle: De Heidelberg a Tokio pasando por Pretoria

Alemania llegó a colgarse una medalla en rugby en los Juegos Olímpicos de 1900. Francia ganó la medalla de oro tras derrotar a Gran Bretaña (27-8) y a Alemania (27-17). El partido por la plata nunca se jugó, por lo que muchos dan como segundos a los alemanes por diferencia de puntos. Pero jamás recibieron la presea de plata.

El centro neurálgico del rugby teutón se encuentra en la bella localidad de Heidelberg. Una pequeña ciudad de 150.000 habitantes repleta de edificios del siglo XVII entre los que emergen una de las universidades más antiguas de Europa y un imponente castillo que gobierna la ciudad. El rugby fue introducido en Heidelberg por estudiantes universitarios y ha mantenido su popularidad en sus adoquinadas calles hasta ahora. Lo que explica la profusión de pubs en los que uno encuentra botas y balones de rugby.

Sin embargo, el rugby fue una de las grandes víctimas de la Segunda Guerra Mundial. Las poblaciones descendieron en número por el conflicto bélico al ver partir a sus hombres. Y el rugby nunca se recuperó de aquella pérdida. El fútbol reflotó gracias al milagro de Berna, el trIunfo de una Alemania casi amateur en el Mundial de 1954. Desde entonces el deporte oval ha sobrevivido en un plano residual, rozando las 15.000 licencias en los casi 135 clubes que se reparten por el país. Pero con el cambio de milenio ha comenzado a florecer de nuevo el oval gracias a la aparición de algunos mecenas. De entre todos, destaca la figura de Hans-Peter Wild. Un emprendedor que creó la Wild Rugby Academy, ha asumido la financiación de la selección nacional y esponsoriza al Heidelberg RK, campeón de la Bundesliga en las últimas seis temporadas.

Habla el australiano Sean Armstrong, medio melé que lidera desde hace años a la selección teutona: "Sin el señor Wild puede decirse que definitivamente no estaría aquí. Ninguno de nosotros estaría aquí. Él financia todas las actividades del equipo nacional, el pago de los campamentos de preparación, los entrenadores, los gastos de viaje, equipos menores... Todo. Y lo hace sin exigir publicidad o cualquier otra cosa. No gana nada con esto, sólo lo hace por amor al rugby. Pero es necesario que encontremos patrocinadores, porque no podemos seguir viviendo de la buena voluntad de un mecenas. Hay empresas alemanas que patrocinan rugby fuera de Alemania y es necesario que inviertan dinero en casa".

Actualmente Alemania es uno de los países que World Rugby vigila de cerca en su crecimiento. Un atractivo mercado con 82 millones de habitantes y una de las economías más potentes del mundo. Con la ayuda de World Rugby Alemania llevó a cabo su primera prueba seria el pasado mes de noviembre derrotando a Uruguay y a Brasil, además de completar una concentración de tres semanas antes del Campeonato de Europa que ha resultado clave para la sorprendente victoria sobre Rumanía en la primera jornada (41-38).

La nueva Alemania es un equipo de cuño sudafricano, como su seleccionador Kobus Potgieter, nacido a 200 kilómetros al norte de Pretoria. Quien ha peinado su país en busca de jugadores con ascendencia alemana para reforzar el XV teutón. Potgieter sostenía antes del inicio del VI Naciones B que "las tres semanas de preparación, sumadas a los partidos de noviembre, han fomentado una cultura de equipo y mejorado la mentalidad colectiva. Tenemos una delantera muy fuerte, algo que hemos mejorado enormemente en el último año. Siendo realistas tenemos que vencer a Bélgica y a España en casa y luego esperar a dar alguna sorpresa el año que viene ante Rumania o Rusia. Es un objetivo factible, pero aún tenemos que trabajar duro para lograrlo". Ahora que ya han dado la sorpresa al derrotar a los robles y han cumplido ante los belgas, el partido ante España se conviene en una batalla decisiva.

Hace un año, este partido terminó en empate a 17 ante más de 6.000 espectadores. La buena entrada está asegurada en el Colonia Sportpark Höhenberg, pero en las filas alemanas hay noticias preocupantes. No estarán Damien Tussock y Christopher Hilsenbeck porque no han recibido la aprobación de sus clubes franceses para viajar. Mientras que parece improbable que sus centros titulares sean de la partida. El veterano Clemens von Grumbkow, que jugó en Dax, recibió una patada en la espalda y probablemente sufra una lesión menor en la vértebra. Y Carlos Soteras-Merz está descartado tras lesionarse en casa con Rumania en febrero en la rodilla. A eso se suma la baja de Steffen Liebig, que estará en el dique seco seis semanas. Pero Potgieter contará con la presencia de los 'sudafricanos', gente como Sebastian Roche Ferreira, segunda o tercera línea veterano nacido en Ciudad del Cabo que llegó a militar en los Falcons de Newcastle. También estarán el apertura Raynor Parkinson, un armario de 1,90 y 90 kilos y mucha iniciativa con la pelota en las manos, además del mastodóntico Marcell Coetzee, un ala de 1,91 y ¡112 kilos! Otro jugador a tener en cuenta es el centro galés Jamie Murphy, un utility back formado en los Ospreys de madre y abuela alemana que saltó al campo ante Rumanía en el minuto 50 con 20-38 y se echó el equipo a la espalda dando la vuelta al choque hasta el 41-38 final. Un auténtico revienta partidos.

El seleccionador alemán sabe "por experiencia propia que España tiene un equipo muy peligroso que puede producir un rugby excelente. Juegan especialmente rápido en su línea de tres cuartos y tienen peligro en todo momento, con o sin posesión. Tenemos que estar alerta atrás y generar una gran presión defensiva. Y cuando tengamos la posesión, solo ganaremos si sabemos tomar las mejores decisiones y maximizamos nuestras oportunidades".

España ha trabajado especialmente la defensa del maul, una de las especialidades del equipo alemán, además de la melé. La vuelta de Jesús Moreno, Juan Anaya y Marco Pinto refuerza el front row para esa lucha titánica en la melé. Atrás España no acaba de rentabilizar su juego a la mano y eso sí es preocupante. Ante Rumanía solo se anotaron tres puntos y frente a Georgia, en la segunda parte, la desconexión de los tres cuartos impidió algún sumar puntos al marcador de los Leones. La orden es clara: no salir de la 22 rival sin puntos. España y Alemania juegan algo más que un partido. Si los Leones ganan habrán tumbado a dos rivales directos en la lucha por la clasificación (Alemania y Rusia), al tiempo que se mantienen a la altura de los rumanos, tras su tropiezo ante los teutones. Si además logran que los locales no sumen bonus, el notable se convertirá en sobresaliente.