RWC 2015 (Grupo B): Cinco continentes en el grupo más incierto

Samoa sigue siendo la misma selección anárquica y físicamente descomunal capaz de lo mejor y lo peor, Estados Unidos ha rejuvenecido el equipo y cuenta con un puñado de 'europeos' a los que une el desparpajo de sus internacionales de 7. Y finalmente Japón, una selección que viene de ganar a los yankees, a Canadá, a Italia o a Rumanía y cuenta en sus filas con jugadores con experiencia en el Super 15. Quizás, el grupo más abierto.

Los springboks son una de esas selecciones que da igual cómo llegue al Mundial porque todos saben que va a competir bien. Y la clave estará en cómo maridan la veteranía y juventud que va a presentar. Matfield y Burguer participarán en su cuarta Copa del Mundo de Rugby, mientras De Villiers, Habana, JP Pietersen, Ruan Pienaar, Fourie du Preez, Bismarck y Jannie du Plessis jugarán su tercera edición, tras formar parte de los campeones de 2007. Por contra 12 de los 31 elegidos han debutado bajo el mando de Heyneke Meyer desde 2012 y se estrenarán en un Mundial.

Una vez más, destaca la robustez física de su delantera, con jugadores de gran tonelaje. El conocido como Jurassic Pack. El front row es uno de los mejores del mundo, con Bismarck du Plesis como talonador, escoltado por su hermano Jannie y Mtawarira. Tres jugadores que superan las 60 caps en los boks. Como relevos aparecen Strauss de 2 y piliers como Nyakane, Malherbe y Oosthuzen, que actuará indistintamente de 1 y 3. En la segunda hay más juventud aún, aunque la lidere el incombustible Victor Matfield. El referente será el agresivo Eben Etzebeth y a la sombra, los imberbes De Jager y Du Toit. La tercera línea ha sido el auténtico quebradero de cabeza para Heineke Meyer, ya que las lesiones han provocado muchos problemas en este back row en el que finalmente se alinean tres flankers de naturaleza defensiva, tres 6 como Alberts, Burguer y Louw. El último hará de 7 participando más en la creación junto al 8, Duane Vermeulen, que aún se recupera de una lesión. Eso la convierte en una tercera terriblemente defensiva, pescadora y muy física.

En los medios Meyer sigue mezclando experiencia y juventud. El veterano Ruan Pieenar actuará de 9 con el joven Pollard de 10, esperando en el banquillo gente del peso de Du Preez, Morne Steyn o Pat Lambie. Pienaar es tácticamente un privilegiado con su pateo quirúrgico, pero Pollard, líder de los Baby Boks, es un 10 poderoso con talento y buena patada. Por detrás vuelve a mezclar años con ganas en los centros, en donde milagrosamente aparece Jean de Villiers tras una recuperación de rodilla inesperada. Junto a él estará Jesse Kriel, otra promesa con buenas manos, gran físico y un jugador que debe hacer bueno al back-three de los boks: Habana-Pietersen-Le Roux. El zaguero es un zurdo con flair, pero deficitario en el placaje. Algo que no levanta escepticismo en su país, donde primero se placa y luego se piensa. Así es Sudáfrica, candidata a nada y aspirante a todo. Partido a partido... El cholismo del rugby.

Después de caer por primera vez en su historia en la ronda de grupos en un Mundial en Nueva Zelanda 2011, y de obtener la cuchara de madera en el pasado Seis Naciones, Escocia llega muy señalada a esta cita mundialista. Sin embargo, hay un halo de optimismo en sus aficionados y en su rugby con la elección del neozelandés Vern Cotter como seleccionador. Escocia ha dejado de ser un equipo hosco y duro para desplegar un rugby atractivo y muy ofensivo en el que la evasión y los tres cuartos protagonizan la mayoría de su playbook. Un plan de juego compartido con los Glasgow Warriors, que aportan la mayoría de los backs al XV del cardo.

Chicos jóvenes, duros y con talento lideran ahora a esta Escocia en la que el timón lo lleva Laidlaw, quien ha adelantado su posición a la de 9, dejando la creación para los chicos de Glasgow: el 10 Finn Russell y los centros Mark Bennett y Alex Dunbar, aunque los problemas de rodilla de este le han dejado fuera. Un espectacular triunfo sobre Argentina con cinco ensayos y un partido de tú a tú en Edimburgo ante Nueva Zelanda, demuestran que hay rugby en esta Escocia descarada.

En la delantera estrena armas nuevas, los sudafricanos nacionalizados Josh Strauss (un tercera) y WP Nel (pilier), y el tercera neozelandés John Hardie, que se suma a su compatriota Blair Corwan, quien suma ya 11 caps con Escocia. La idea de alinear tanto asimilado no seduce a los puristas, pero Cotter está convencido de que darán el salto de calidad que le falta al equipo. A ellos se suman los hermamos Gray en la segunda (el pequeño Jonny acabará siendo una leyenda del rugby escocés), el 8 David Denton y algunos veteranos ilustres como Ross Ford, John Barclay o Alistair Dickinson.

Atrás hay muchas ganas de ver al 9 'español' Sam Hiodalgo-Clyne, llegado desde el rugby 7 y con un magnífico rendimiento en Edimburgo esta temporada. Aunque de momento Laidlaw es inamovible. Con Russell de 10, Bennet y quizás Vernon serán los centros, dejando el back-three para Lamont, Visser y un Hogg que está al nivel de los mejores. Hay whisky en la bodega...

La inversión de Japón en rugby tras su elección como sede en el Mundial de 2019 debe traer una considerable mejora en el juego de sus selección. Y a juzgar por los síntomas, es así. La elección de Eddie Jones, hijo de japonesa, como seleccionador, ha supuesto un salto de profesionalidad en el equipo y esa mejora cualitativa ha cristalizado en varios resultados significativos. Hace cuatro años estaba 25-21 a los 65 minutos de partido ante Francia en North Harbour. En 2013 ganó un partido al XV Gales, en el que solo faltaban los jugadores que estaban con los British Lions, y recientemente ganó a Italia, uno de los equipos del Tier 1 a los que Japón no tenía acceso hasta no hace tanto.

Jones ha fichado como especialista de touch a Steve Borthwick, el que fuera capitán inglés, lo que asegura diversión desde el lateral. Los nipones enlazaron 15 victorias en 16 partidos, entre ellas dos ante Canadá, Samoa, Rumanía o EEUU. Japón cuenta con jugadores con experiencia en el Super 15 como Tanaka (Highlanders) o Leitch (Chiefs). Son claves, por ser el 9 y el capitán y flanker. Pero no son los únicos ya que el centro Matsushima también pasó tiempo trabajando con los Waratahs y el talonador Shota Horie saltó a Otago tras el pasado Mundial y de allí a los Rebels. Junto a Leitch aparecen los nacionalizados Thompson e Ives para reforzar atrás el pack nipón y al pie seguirá el full back Ayumu Goromaru.

Japón puede convertirse en el juez del grupo, sino en la sorpresa. Eddie Jones lo tiene claro: "¿Ganar dos partidos? Eso significaría perder los otros dos y nosotros hemos venido a Inglaterra a ganar cada partido que juguemos". Avisados quedan.

Lo primero en que uno piensa cuando escucha Samoa es en percusiones descomunales, agresividad en la zona de conquista, placajes devastadores. Lo segundo es Rugby 7, disciplina de la que ha sido dominadora. Precisamente su técnico; Stephen Betham, fue seleccionador de la selección de 7 en 2009-10, cuando ganó las World Series tras vencer en Las Vegas, Adelaida, Hong Kong y Murrayfield.

Samoa presenta una nómina con 12 de los 31 jugadores actuando en Inglaterra, además de otro puñado que juega en Inglaterra. Eso garantiza su competitividad. pero no su conjunción. Los samoanos son un ejército de emigrantes a los que resulta difícil reunirse con cierta regularidad. Pese a ello, hay calidad en su plantilla, por potencia y por talento.

El talón de Aquiles será el rendimiento de su delantera. En la primera línea, donde más debe sufrir, el nombre más relevante es el del jugador de Leicester Logovi'i Mulipola. Su back five presente más garantías, con tres segundas (Paulo, Thompson y el jugador de Toulouse Joe Tekori) luchando por dos puestos y una tercera muy dura y trabajadora con 'los ingleses' Lam (Bristol), Faosiliva (Bath), Treviranus (London Irish) y TJ Ioane (Sale), además del legendario Fa'asavalu.

Por detrás de sus medios (Fotuali'i y Tusi Pisi) hay mucho rugby 7. Rodeando al centro placador Leota (Sale) aparece la estrella del 7 Paul Perez, el titánico Alesana Tuilagi y el jugador de La Rochele Alofa Alofa. Y al fondo un jugador con pedigrí, Tim Nanai-Williams, el primo de Sonny Bill Williams.

Estados Unidos se presenta con grandes expectativas. Los yankees pretenden colarse en cuartos gracias a su solvente back five en delantera, donde lidera el equipo el 8 Manu Samoa, jugador de Toulon. A su alrededor trabajan Hayden Smith, de Saracens, que junto al australiano Greg Peterson, jugador de los deslumbrantes Glasgow Warriors, el nuevo refuerzo de los Cardiff Blues, Cam Dolan, y el internacional de 7 Danny Barret, conforman un grupo más que digno. Adelante, más allá de Moeakiola, el joven Lamositele y Fry, andan cortos.

Los medios son cosa de Petri, todo un clásico, y los pujantes Suniula y el 10 MacGinty. Su otro punto fuerte es su europeizado back-three, muy creativo y con mucha evasión, con Scully (Blues), Ngwenya (Biarritz) y Wyles (Saracens). Sufrirán más sus centros.

Los dirige el que fuera coordinador defensivo de Eddie O'Sullivan, Mike Tolkin, que en su primera decisión controvertida descartó al eterno Todd Clever por "multiple squad conduct violations". Tolkin decidió oxigenar el vestuario y corre un aire nuevo. Ahora veremos si están para ganar a Escocia y Samoa o para perder con Japón.