ATP Pekín, Nadal-Isner: Doblar el espinazo a un gigante (6-4 y 7-6-0- )

Rafa Nadal: Bolas cortadas a media pista, cambios de altura y de dirección desde fondo de pista y una velocidad endiablada de piernas desde el resto. Esas fueron las consignas que puso sobre la pista el campeón español para doblegar a John Isner. Lo hizo con inteligencia y con un guión de juego perfectamente adaptado a las circunstancias y al rival. Cayó el gigante con todas sus virtudes anuladas y obligado a doblar el espinazo en cada golpe.

John Isner: Tiene en su haber el tercer saque más rápido de la historia del tenis: 253 kilómetros por hora en la Copa Davis del pasado año. Y no es casualidad. Sabe muy bien a lo que juega y es mucho más rápido sobre la pista de lo que puede parecer a primera vista. Firmó un buen partido y estuvo resuelto en casi todas las facetas del juego. Pero la manida táctica de un poderoso saque y aprovechar una oportunidad al resto, esta vez, cayó en saco roto.

Aprender la lección: La derrota ante John Isner, en el partido que les enfrentó en la Cup Laver de hace apenas unas semanas, sirvió a Rafa Nadal para plantear un partido muy distinto. De sabios es rectificar.

Al ritmo del saque directo. Así se jugó el partido. A zambombazos por encima de los 200 km/h. Zurriagazos desde los 2.11 metros de altura de un jugador nacido para hacer de su servicio un arma mortífera con la que apabullar a sus rivales. La eficacia de su saque marca siempre sus opciones y la capacidad de sus rivales de leer sus saques desde el resto es muy limitada. Prácticamente imposible en muchos casos. Solo la erosión del cansancio o las dudas pueden mermarle o menguar la infinita eficacia de su saque.

El partido arrancó con un John Isner entonado, fresco y decidido; mientras el jugador balear entró algo frío en el envite. El escenario favoreció el juego directo y agresivo del tenista estadounidense que dispuso de alguna bola de break que no convirtió. Una vez más, el juego pausado y constante del tenista de Manacor entró en escena para revertir la situación. Firmó un 39% de éxito con el resto y él sí aprovechó una de las bolas de break de las que dispuso. Poco importaron los once saques directos con los que John Isner acabó la primera manga.

El segundo set respondió a los parámetros de juego vistos hasta el momento. Servicios dominantes y pocos peloteos desde el fondo de pista, aunque con mayor dominio de la situación por parte del jugador de Manacor y algo más de cansancio en las piernas de su espigado rival. El duelo llegó a la muerte súbita con una bola de break generada por Rafa Nadal y dos por su rival, pero ninguno de ellos fue capaz de convertirlas. El tie break fue un soliloquio del campeón español. Relajado y con mucha autoridad, el jugador balear cerró el partido con suficiencia y una efectividad mortífera desde el resto. Un 7-0 en el tie break habla por sí solo.

Rafa Nadal se enfrentará ahora en semifinales este sábado a Grigor Dimitrov, quien en la edición del año pasado fue finalista -cayó ante Andy Murray- y apeó al propio Rafa Nadal, los en cuartos de final. El tenista búlgaro doblegó al castellonense Roberto Bautista en su duelo de cuartos de final, tras un largo y disputado duelo de dos horas y media que se resolvió en tres sets por 7-6(5), 4-6 y 6-2.

Con esta victoria, el campeón español logra mejorar la posición del año pasado en este torneo, cuando fue cuartofinalista, lo que se traduce en nuevos puntos en el ránking ATP y aumentar distancias con el número dos mundial, el suizo Roger Federer, en la carrera de ambos por liderar la clasificación al final de este año.