La vuelta a la cima de Rafa Nadal y el acecho de Garbiñe Muguruza: El dominio del tenis español

El 7 de julio de 2014 fue la última fecha en la que Rafa Nadal pudo decir que era el número del mundo, hasta el 21 de agosto de 2017. Más de tres años de espera, 1141 días, en los que el tenista manacorí llegó a bajar hasta el puesto 10º de la clasificación de la ATP. Pero la época sombría para el jugador de 31 años ha llegado a su fin, por cuarta vez en su carrera liderará un ránking en un reinado, que viendo lo que le queda de temporada, puede durar en el tiempo.

Con la última actualización de la clasificación, Rafa Nadal aventaja a Andy Murray, que hasta la fecha y durante las últimas 41 semanas se mantenía como número uno, en 495 puntos (7.645 por 7.150), con Federer solamente 5 puntos por detrás del británico. La baja del helvético en Cincinnati abrió de par en par la posibilidad de ver nuevamente al español en lo más alto, y a pesar de que cayó en cuartos de final contra el australiano Nick Kyrgios, en un día en el que tuvo que jugar dos partidos por la lluvia, el cambio no se ha hecho esperar.

La ATP volverá a tener a un español liderando el ránking, aunque no ha sido el único a lo largo de la historia, ya que Carlos Moyá y Juan Carlos Ferrero también saborearon las mieles del triunfo en ese sentido. Ahora Nadal podrá engrosar su estadísticas como número uno, mejorando sus 141 semanas al frente (7º en la historia), y pudiendo atentar con su récord personal de 56 semanas de manera consecutiva.

Para ello el horizonte que se le abre al manacorí es muy ilusionante. En el US Open, que comenzará el 28 de agosto y que podrás ver en Eurosport, defenderá la cuarta ronda conseguida el curso pasado, donde cayó ante el francés Lucas Pouille en cinco sets (6-1, 2-6, 6-4, 3-6 y 7-6) tras más de cuatro horas de partido, para un total de 180 puntos, que dado el estado de forma del español podría mejorar para afianzarse en el número uno.

Además no tendrá que defender mucho más de aquí al final de año, después de que decidiera acabar prematuramente la temporada 2016 para recuperar su físico de las lesiones, movimiento clave que le ha llevado sin lugar a dudas al número uno, por lo que le restarán 90 puntos en el Masters 1.000 de Shanghái y otros tantos en el ATP 500 de Pekín. Todo lo que consiga de más supondrá un refuerzo en su estatus de líder de la clasificación mundial.

Situación muy parecida a la que se enfrentará Roger Federer, otro de los ausentes en el final de 2016. A todo ello hay que sumar la baja hasta el próximo curso del número cuatro, Stan Wawrinka y el número cinco Novak Djokovic, por lo que solamente Murray podría inquietar en alguna medida el regreso de Nadal o el tenista de Basilea de cara a finalizar el año como número uno, algo que el español ha conseguido en tres veces a lo largo de su carrera.

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Pero lejos de suposiciones, lo que es cierto es que Nadal ha vuelto a la cima del tenis mundial por méritos propios. Sus títulos en Montecarlo, Barcelona, Madrid y París así lo atestiguan. Hace nueve años y tres días ascendía por primera vez, tras muchas semanas de persecución de Roger Federer, al número uno. Desde el lunes, lo ha vuelto a hacer. El mejor Nadal está aquí para quedarse.

Su título en Cincinnati ha puesto en la rampa de salida a Garbiñe Muguruza de cara a conseguir el número uno mundial de la clasificación de la WTA. Las matemáticas hacen ver una posibilidad que sería automática si la campeona en Wimbledon consiguiese el segundo torneo grande la temporada en el US Open. Después de que en 2016 solamente pudiera llegar a segunda ronda, defiende únicamente 70 puntos.

La tenista caraqueña enfila el final de temporada encabezando la Porsche Race a Singapur, y lo que es más importante, con el número uno mundial en el horizonte. Si Garbiñe consiguiera llegar a semifinales, solamente que no consiguiera el título ni Karolina Pliskova (finalista el curso pasado) o Elena Svitolina y que Simona Halep no superara los cuartos de final, evitaría el desembarco de Muguruza en el liderato.

Sería la primera vez que lo consigue Garbiñe, que tiene su mejor ránking el curso pasado cuando consiguió ascender al segundo puesto el 6 de junio de 2016. Su victoria en Wimbledon este mismo año le metió nuevamente en la pelea, después de que bajara hasta el puesto 15º como peor resultado en 2017.

Dado el nivel de forma mostrado por la española en las últimas semanas no parece descabellado que se pudiera dar el caso por primera vez en la historia de que dos españoles encabezaran las dos clasificaciones dentro del tenis mundial, tanto la masculina como la femenina. El US Open dictará sentencia en uno u otro sentido pero con esa posibilidad más cerca que nunca.