Marta Marrero: "Física y mentalmente, el tenis es mucho más duro que el padel"

Las Palmas de Gran Canaria, 6 dic (EFE).- La grancanaria Marta Marrero, exestrella del tenis afincada en Barcelona desde los 18 años, ha dicho a Efe que el tenis es física y mentalmente "más duro" que el padel días antes de afrontar el Máster Final de 2016, donde espera acabar primera del mundo con la madrileña Alejandra Salazar.

Marta Marrero ha disfrutado de unos días en su isla natal y ha aprovechado para apoyar el octavo Torneo de Navidad que organiza su hermano Demetrio en el Centro Comercial El Muelle, donde protagonizó un clínic y disputó un partido de exhibición.

Pregunta: Tras una exitosa temporada, solo queda rubricar el número uno mundial en el Máster Final en Madrid.

Respuesta: Así es. Estaremos las seis mejores parejas del año y a priori somos las favoritas, pero eso nunca se sabe, porque cada torneo es un mundo. Vamos con mucha confianza porque hemos ganado siete torneos esta temporada, pero no nos regalarán nada. El año pasado ya fuimos campeonas del Máster e intentaremos volver a ganarlo.

P. ¿Es un mérito que el padel mundial 'hable' español y no argentino?.

R. Sí, en el circuito femenino el 99 por ciento de jugadoras que estamos entre las cinco primeras somos españolas, mientras que en chicos dominan los argentinos.

P. Usted empezó su carrera deportiva como tenista y se ha pasado al padel.

R. Yo dejé el tenis cuando me operaron de una lesión de tobillo, tras la cual estuve prácticamente un año sin hacer nada porque el pie me seguía doliendo. Un día una amiga me invitó a jugar un partido de padel y me lo pasé súper bien. Poco a poco me fui enganchando, pero sin ninguna intención de competir. Me saqué el título de entrenadora de y empecé a dar clases, y poco a poco empecé a disputar torneos en Cataluña y me entró de nuevo el gusanillo de competir... hasta el día de hoy.

P. ¿Con qué deporte ha disfrutado más?

R. En el tenis tuve mis momentos muy buenos y llegué a ser la 43 del mundo, pero estaba como en una montaña rusa -se ríe-, porque a la semana siguiente perdía en primera ronda y vivía momentos malos. Ahora vivo otra etapa, con nuevas experiencias, y me va muy bien. Estoy disfrutando y me siento contenta por haber vivido las dos épocas.

P. ¿Qué recuerdo se le viene a la mente de su etapa del tenis?

R. La más bonita fue cuando era infantil y cadete. Ganaba todo en España y no había rivalidad entre las compañeras, como sí existe cuando llegas a profesional. Deportivamente, llegar con 17 años a cuartos de final en Roland Garros ante Conchita Martínez fue un 'boom' que me llevó a la fama, aunque lo pagué al siguiente año, porque se empezaron a crear expectativas sobre mí que me pesaron. También alcancé los cuartos de final en el Open de Australia, contra Jennifer Capriati, que ese año conquistó el torneo.

P. ¿Si hoy le diesen a elegir entre tenis y padel, con qué se quedaría?

R. Estoy disfrutando más ahora, porque con la edad que tengo llevo la presión de una manera diferente, ya que con la madurez se relativiza todo. Además, no se puede comparar el circuito tenístico, que está mucho más profesionalizado, con el de padel. Te jugabas mucho más en el tenis. Ahora lo estoy pasando pipa y si pierdo no es un drama.

P. Económicamente, no tendrá nada que ver el tenis con el padel.

R. Sí -se ríe con ganas-, son dos mundos muy diferentes. No se puede vivir del circuito profesional de padel y las cuatro primeras parejas podemos disputar el circuito mundial gracias a los patrocinadores. Yo compagino la práctica de este deporte con las clases que imparto en una escuela de padel que tengo en Barcelona, que es algo que me encanta.

P. Para alguien que ha estado en la elite de los dos deportes, ¿en qué se diferencia uno del otro y cuál es más complicado?

R. A nivel físico, el tenis es mucho más duro. Yo he tenido muchas más lesiones que en el padel y, además, los constantes vuelos y cambios de horarios hacen que el tenis sea más complicado. De igual forma, a nivel psicológico, estar durante dos horas en una pista de tenis es más duro, ya que en el padel estás acompañada y, si un día estás un poquito más floja, lo puede suplir tu compañera con una buena actuación.

P. ¿El hecho de que siga residiendo en Barcelona se debe a que se le facilitan las cosas para entrenar y competir?

R. Sí, más que nada tengo la escuela y, también, viajar desde Barcelona es más sencillo y hay mucha más gente de nivel con la que poder entrenar. Aparte, me he casado con un catalán.

P. Como espectadora, ¿cuál de los dos deportes sigue más hoy en día?

R. Hasta hace un año prácticamente no veía tenis porque estaba reacia. No me apetecía. Últimamente sí estoy más enganchada a verlo en televisión, especialmente si hay alguna española jugando, como Carla (Suárez) o Garbiñe (Muguruza). En el caso de Carla me hace ilusión que haya una canaria que esté dejando el pabellón muy alto.

P. Magüi Serna, Marta Marrero, Carla Suárez... ¿Cuál es el secreto del tenis femenino grancanario para que las jugadoras brillen a nivel mundial?

R. Pues creo que las tenistas canarias han tenido un par de lo que se dice ¿no? -se ríe-. Yo creo que le hemos puesto muchas ganas y nos lo hemos currado, solventando el sacrificio que supone entrenar lejos de tu tierra para llegar a lo más alto.

P. En enero cumplirá 34 años. ¿Cuándo tiene previsto colgar la raqueta y qué se ha planteado hacer después?

R. Espero alargar lo máximo posible mi etapa como jugadora de padel, hasta que el cuerpo aguante, pero sobre todo hasta que conserve la ilusión. Los años pasan y me gustaría crear una familia. Ya estoy casada y en unos cuatro años más imagino que tendré que dejarlo. Cuando me retire creo que me dedicaré a la enseñanza de pádel y a algo relacionado con mis estudios de Turismo.