Australian Open 2017, Samantha Crawford-Garbiñe Muguruza: Saber sufrir e imponer galones (5-7 y 4-6)

Samantha Crawford: A palo limpio. Jugadora de saque potente y derechazo, si consigue mejorar su golpe de revés y variar un poco su repertorio, puede colarse en las segundas semanas de torneos de pista rápida sin problema. Le faltó experiencia y le sobraron nervios para llevarse el gato al agua en las dos mangas que acabó cediendo en los momentos decisivos de esta segunda ronda del Australian Open 2017.

Garbiñe Muguruza: Todo pundonor e intermitencia. Capaz de arrancar un set con un tres cero para luego recibir cuatro juegos seguidos, como de aguantar el dolor en el aductor y saber sufrir en la pista a la espera de mejorar de sus problemas físicos. Su mayor experiencia en torneos de Grand Slam le permitió sobreponerse a todo y avanzar ronda. Ante Sevastova, 32 del mundo, será otra película bien distinta.

Garbiñe Muguruza mostró las dos caras de la moneda. Una, la de esa Garbiñe capaz de comenzar arrollando a su rival y otra, la de desaparecer del partido. Ponerse 0-3 arriba con dos breaks en apenas diez minutos para verse superada por su rival 4-3 diez minutos más tarde, dicen mucho de esa intermitencia de la española. Bajo un intercambio de juegos infinito y pese a ver cómo la estadounidense era capaz de lograr 18 ‘winners’ por los 8 de Muguruza, la caraqueña resolvió la primera manga con la experiencia y madurez que la demandaban para cerrar el set (5-7) en 54 minutos de sufrimiento.

La segunda manga comenzó de manera bien distinta con ambas tenistas manteniendo su servicio sin problema. Juegos rápidos, algunos de menos de dos minutos, convirtieron el envite en un ‘pim pam pum’. Pero esa igualdad se rompió en el noveno juego donde Garbiñe Muguruza pudo romper el servicio de su rival (4-5) para defender su saque y lograr el juego, set y partido.

Nuestra opinión: Garbiñe Muguruza ha demostrado saber sufrir sobre la pista como se la presupone a una jugadora que pretende volver a colocarse en el Top3 del tenis. Condiciones tiene y si el físico mejora y consigue templar sus nervios, puede llegar lejos en este Australian Open que se ha quedado huérfano de españolas en el cuadro femenino.