Roland Garros 2016, Djokovic-Bedene: Un aviso para el futuro (6-2, 6-3 y 6-3)

Novak Djokovic. El número uno del mundo ha tenido que disputar su mejor partido en esta edición de Roland Garros 2016 justo cuando se pensaba que la lesión de Rafa Nadal le dejaba el camino despejado hasta la final. El tenista serbio se encontró enfrente a un joven respondón en Bedene y se vio obligado a mostrar toda su calidad para evitar cualquier posibilidad de aplazamiento del partido o de remontada de su rival. Ha sido un buen aviso de lo que le espera a los tenistas que reinan en la ATP en los próximos años, pues el relevo generacional está más cerca.

Aljaz Bedene. Nacido en Liubliana y con pasaporte británico, a sus 26 años es difícil catalogar a Aljaz Bedene como uno de los tenistas de la nueva hornada que representan Alexander Zverev y compañía, pero demostró cómo se debe afrontar una eliminatoria ante un tenista de élite en la pista central. Cayó en tres sets pero mantuvo toda su dignidad y llegó a sacar de quicio en más de una ocasión a un Djokovic que no esperaba encontrarse semejante resistencia.

La jornada venía con trampa. La retirada por lesión de Rafa Nadal 24 horas antes y la lluvia que detuvo la actividad tenística en París durante más de tres horas enfrió bastante los ánimos, y la superioridad de Novak Djokovic respecto a Aljaz Bedene era suficientemente grande como para pensar en otro escenario que no fuera una victoria plácida del número uno del mundo. La realidad fue por derroteros muy distinto, y lo cierto es que Djokovic tuvo que sudar cada punto de un duro partido de dos horas en el que los tres sets no reflejan lo difícil que fue para el de Belgrado sacar adelante el partido.

Bedene sí entró más frío y Djokovic cumplía los pronósticos con relativa normalidad, pero poco a poco el de Liubliana fue soltando el brazo y buscando los ángulos para ir torciendo el gesto en el rostro de Nole. La efectividad del serbio fue decreciendo con el paso de los juegos, aunque conseguía arreglárselas para ir rompiéndole el saque a Bedene en momentos claves. Esto le permitió llegar hasta el tercer set, en el que la falta de luz amenazaba con aplazar el partido a la mañana del domingo. A Djokovic le entró una prisa repentina y de ese nerviosismo se valió su rival para protagonizar puntos más propios de un maestro del tenis. Con los últimos rayos de luz colándose entre las gradas de París, Djokovic pisó el acelerador sobre la hora para asegurarse la presencia en octavos.

Roland Garros es un torneo en el que la imprevisibilidad tiene mayor influencia que en el resto de los grandes, lo que puede llevar a un inesperado traspié por parte de los favoritos. Murray ya ha tenido que probar el amargor de jugar dos partidos a cinco sets y sólo la inmensa calidad de Djokovic impidió a Bedene tener algún minuto más de gloria en la central. Sin Rafa Nadal en su territorio fetiche, parece todo de cara para que Nole consiga por fin su primer trofeo en París, pero tiene que andarse con ojo porque en la segunda semana no habrá perdones. Roberto Bautista será el próximo en poner a prueba su favoritismo.