Las rodillas de Rafa Nadal: Enigma o martirio

Un vendaje bajo su rodilla izquierda. No era la primera vez que el tenista de Manacor jugaba con un estabilizador para proteger su rodilla, pero la dureza de algunos partidos previos y la ausencia del mismo en la mayoría de los envites disputados esta temporada hacían dudar a algunos. ¿Arrastraba algún problema? ¿Era mera precaución?

Su pobre partido ante Roger Federer en la final del Masters 1.000 de Shanghái no hizo más que alentar los peores augurios. Era evidente que Rafa Nadal jugó mermado. Su negación en la rueda de prensa podía entenderse como una media confirmación. "No quiero hablar sobre ello ahora, después de haber perdido una final no es el momento", apuntó algo molesto. Para él, el único responsable de su derrota ante Roger Federer había sido el jugador suizo, quien jugó "muy bien y muy rápido", apuntó.

Algo dejó entrever en la rueda de prensa y algo confirmó también. El torneo ATP de Basilea y el Masters 1000 de París-Bercy, sus próximos torneos según su calendario inicial, podrían verse alterados si persisten las molestias. "No lo sé. En estas dos semanas necesito pensar en ello", dijo el tenista de Manacor a la prensa ante la pregunta de si estará en el torneo suizo (21 de octubre). "Mi calendario es Basilea y París, pero no sé lo que va a pasar", sentenció.

Esta respuesta sí que despejaba cualquier género de dudas y sí que confirmaba que Rafa Nadal tiene algún problema físico. Molestias, lesión o muchos partidos en sus piernas en estas últimas semanas. Cualquier hipótesis entra dentro de lo razonable, pero es innegable que la historia de lesiones que ha salpicado la carrera del campeón español hace ser precavido o incluso temeroso a Rafa Nadal y su equipo de trabajo. No en vano, las rodillas han sido su talón de Aquiles a lo largo de su carrera.

En cuatro temporadas tuvo serios problemas con ellas y desde el 2013 han estado entre algodones. Un tratamiento con células madre, al que recurrió en noviembre de 2013 después de agotar las posibilidades de los tratamientos anteriores con plasma rico en plaquetas, le solucionó, al menos por un tiempo, los problemas en las rodillas. Desde entonces, cualquier atisbo de molestia en sus rodillas genera suspicacia e incertidumbre.

2008: Una lesión en la rodilla derecha -tendinitis en la inserción del tendón del cuádriceps- le obligó a retirarse en su partido de cuartos del torneo de París-Bercy contra el ruso Nikolay Davydenko. El problema le impidió estar en la Copa Masters de Shanghái.

2009: Tendinitis del tendón cuadricipital de ambas rodillas. Pierde Roland Garros y es baja en Queen's y Wimbledon. Cede la primera posición en el ránking de la ATP.

2010: Abandona frente a Andy Murray en los cuartos de final del Open de Australia por una lesión de rodilla. Vuelve a la competición a comienzos de marzo.

2012: La lesión crónica en el tendón rotuliano de la rodilla izquierda le da problemas en Roland Garros, pero gana por séptima vez. Cae en segunda ronda en Wimbledon. Vuelve la tendinitis. Cancela sucesivamente su participación en la Copa de Londres 2012, en Toronto, Cincinnati y el Abierto de Estados Unidos. El tenista balear regresa en febrero del 2013.