Masters 1.000 de Shanghái: Rafa Nadal, más cerca de acabar con el maleficio chino

Hasta 2017 solamente una final había disputado en la ciudad China, en el año 2009, la primera edición del torneo, en la que no pudo superar al ruso Nikolay Davydenko, un jugador clásico a principios del siglo XXI. Dado el nivel de éxito de Nadal en los Masters 1.000, parecía poco probable, que en ocho años no pudiera tener alguna otra oportunidad de levantar el título, sin embargo, solamente dos veces ha podido llegar a semifinales y en ambas ha caído derrotado. En este envite, además, con Roger Federer de nuevo, cara a cara.

En 2015, uno de los años más difíciles en la carrera de Rafa Nadal, consiguió llegar a la penúltima ronda del torneo. Allí se cruzó con un inspirado Jo-Wilfred Tsonga, que acabó con la reacción del español. También llegó en 2013, donde fue Juan Martín del Potro el que dio buena cuenta del manacorí, en un año donde llegaba con la vitola de reciente ganador del US Open, como sucede este curso.

Pero seguramente lo que más se recuerde del paso de Nadal por Shanghái hayan sido sus dos decepciones en 2014 y 2016. Primero fue Feliciano López el que eliminó al actual número uno del mundo en segunda ronda, quedando todavía en la retina la derrota del año pasado en similar partido frente al serbio Viktor Troicki, en el último choque disputado antes de tomar la decisión de no competir hasta 2017.

Bendita decisión, visto lo visto con la perspectiva que dan los meses y que le han llevado a la cima del ránking de la ATP y dejar de lado el maleficio chino venciendo en el ATP 500 de Pekín por primera vez desde el año 2005. Un refuerzo en la moral de un crecido Nadal, que le ha llevado a volver a plantarse en una final en Shanghái, la segunda en su carrera deportiva.

Todo un reto el que se le presenta a Nadal, con el hecho de poder acabar el año como número uno mundial, y conseguir el título en tres de los torneos donde no ha ganado nunca, Shanghái, París y las Nitto ATP Finals. Un último esfuerzo, que tendrá en la capital China su primer capítulo.

Pero para ser más épico su intento de conquistar el Masters chino que se le resiste, tendrá que medirse a Roger Federer. El suizo doblegó a Del Potro tomándose la revancha de lo ocurrido en el pasado US Open (6-3, 3-6 y 3-6) en un partido donde el argentino llegaba algo mermado tras su lesión de muñeca sufrida en el duelo de cuartos de final ante Troicki.

Para acabar con su maldición china, Nadal tendrá primero que terminar con el maleficio suizo de este 2017 donde aún no ha sido capaz de vencer a su máximo enemigo deportivo (y probablemente uno de sus mejores amigos en el circuito). Ni en la final del Australian Open donde Roger venció a Rafa en cinco sets (6-4, 3-6, 6-1, 3-6 y 6-3), ni en la del Masters 1.000 de Miami (junto al de Shanghái y París los Masters que se le resisten a Rafa) donde perdió por un claro 6-3 y 6-4, Nadal fue capaz de llevarse el título ante Federer. Tampoco le ganó en octavos del Masters 1.000 de Indian Wells (6-2 y 6-3). Pero era el primer tramo de la temporada y el suizo llegaba muy en forma y el de Manacor iba afinando su estado físico y mental.

Será la 23ª final entre Rafa Nadal y Roger Federer con un balance de 14-8 para el español. En total, el duelo número 38 entre las dos leyendas del tenis con balance favorable también para Rafa (23-14). En cualquier caso, la final soñada por cualquier amante del tenis y del deporte en general.