Wimbledon 2016, Berdych-Murray: Con prisa por un sueño (3-6, 3-6 y 3-6)

Tomas Berdych. El checo llegó como el gran tapado de las semifinales de Wimbledon 2016, sin hacer mucho ruido y esperando dar la campanada ante el ojito derecho de la afición de Londres. No lo consiguió, pues se encontró con que el de Dunblane se muestra cada vez más convencido de sus posibilidades de volver a alzar un major. Tiene que subir un escalón más si quiere estar en disposición real de pelear por títulos como éste.

Andy Murray. Nada ni nadie lo saca de la hoja de ruta que se ha trazado junto a Ivan Lendl. Después de hincar la rodilla en las finales del Open de Australia y Roland Garros, Murray considera que ha llegado la hora de dar un paso adelante y volver a llevarse Wimbledon. Lo consiguió hace tres años rompiendo una maldición de siete décadas que pesaba sobre el tenis británico, y ahora parece que la ocasión es aún más propicia para terminar repitiendo gesta. Con el nivel de concentración que muestra, pocos apuestan por una derrota suya el domingo.

Tras la tensión de la primera semifinal entre Milos Raonic y Roger Federer llegaba la hora del gran favorito, del consentido del All England Tennis Club: Andy Murray. El escocés tenía enfrente a Tomas Berdych, discreto pero capacitado para estar con merecimiento en el top 4 del major británico. En el estado actual en el que se encuentra Murray, el rival es lo de menos, pues su gran objetivo es el de proclamarse campeón ante su gente, más aún desde que Novak Djokovic abandonó el torneo por la puerta trasera en la primera semana.

Murray quiso imponer su juego desde el principio, impidiendo que Berdych tomara la iniciativa, y lo demostró con un temprano break que rápidamente compensó el checo. Con la calma instalada de nuevo en los primeros compases, Murray maduró el set hasta que golpeó ya hacia el final para terminar apuntándose el primer parcial: 6-3. En el segundo, la eficiencia del de Dunblane fue aún mayor, y tras solventar el juego maratoniano de cada partido, encadenó dos breaks seguidos para terminar de castigar a un Berdych que ya se hacía a la idea de que no habría gloria para él en estas semifinales. El tercer set no fue más que un trámite en el que Murray supo aguardar paciente su oportunidad para cantar victoria y ponerse a pensar sin más dilación en la final.

Mucho tendrá que esforzarse Milos Raonic si quiere dar la sorpresa en Wimbledon 2016. El canadiense supo sufrir y llevar a la extenuación a Roger Federer, pero lo cierto es que Andy Murray está, a día de hoy, por encima del suizo en cuanto a nivel y, sobre todo, confianza. Murray despachó a Berdych como si estuviera en la primera semana del torneo y se ha ganado por derecho propio ser el gran favorito a levantar el Championship ante la siempre exigente afición británica, a la que ya tiene conquistada desde hace años.