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Pascual: "Me propusieron nacionalizarme italiano"

PorEFE

Publicado 10/03/2016 a las 14:53 GMT+1

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Fuente de la imagen: EFE

Madrid, 10 mar (EFE).- Rafael Pascual (Madrid, 1970), excapitán de la selección española de voleibol, cuya camiseta vistió en 537 ocasiones, y elegido mejor jugador del mundo en 1998, desveló durante una visita a la Agencia EFE que le propusieron nacionalizarse italiano pero lo rechazó porque, como dijo Andrea Anastasi, el técnico que condujo a España al oro Europeo en 2007, "lleva tatuada la camiseta española en su piel".
Pregunta: ¿Cuál es su vinculación actual con el mundo del deporte?
Respuesta: Desde hace dos años, prácticamente ninguna. He estado muy liado con el tema de los negocios y desde que acabó la candidatura olímpica he tenido muy poca relación. Ahora estoy empezando otra vez los fines de semana. Ya me veréis por ahí de padrino del torneo infantil de voley en Canarias, del torneo de Formentera de voley playa, de la carrera de diez kilómetros en Laredo... pero poco profesional.
P: Ha jugado en 19 clubes de 9 países distintos ¿en cuál de ellos se ha sentido más a gusto?
R: En Italia. Aunque me he sentido bien en casi todos. Mi familia y yo teníamos el chip de llegar a los sitios, de trabajar, adaptarnos y tratar de agradar a todo el mundo.
A medida que pasan los años y estás mucho tiempo fuera aprendes un montón. Cada vez me he vuelto mucho más tolerante. No es que no me importen menos las cosas. Sobre todo saber estar con la gente. Convivir con distintos idiomas y distintas culturas me ha hecho ser muy respetuoso.
P: ¿Con qué recuerdo se queda de todos esos equipos en los que ha jugado?
R: Más que con lo deportivo me quedo con la gente, con las ciudades en las que he estado, con los fans... con la cantidad de personas que, a día de hoy, todavía se acuerdan de lo que has hecho. Me quedo con toda esa gente que sigue llamándome, que sigue viviendo el voley, que sigue emocionándose cuando me ve... Me quedo mucho más con eso que con los resultados y los objetivos porque creo que me he olvidado de la mitad de ellos.
Mi mujer dice que no valoro las cosas, pero yo creo que es porque las vivo muy fuerte en el momento y no vivo pesando en el pasado. No sé ni cuál fue el último partido que jugué, si lo ganamos o perdimos. Sé que fue en Francia pero no me acuerdo de lo que pasó.
Por ejemplo, creo que debuté con la selección en el 86 u 87, con 17 años. Fue en un partido oficial y contra Suecia, fue un momento emocionante. Y, como te decía, recuerdo todo lo que he hecho pero no en qué momento.
P: ¿Qué supone para usted ser el segundo deportista español que más veces vistió la camiseta nacional tras Manel Estiarte?
R: No me supone mucho personalmente. Prefiero que lo valoren los demás. Por supuesto que es un dato que queda ahí y que sirve para que cuando se lean cosas sobre el deporte español Rafa esté presente. Es un valor añadido a todo el esfuerzo y todo el trabajo.
P: Se despidió de la selección en 2007 ganando el campeonato de Europa en Moscú. ¿Fue esa la mejor de las despedidas o le hubiese gustado que fuese de otro modo?
R: Me hubiera gustado despedirme en los Juegos Olímpicos. En el voley, el hecho de ser campeón continental, como ocurre en otros deportes, no te da la clasificación para los Juegos. Y si ganar un Europeo es difícil, una clasificación es complicadísima. En un plazo de dos meses cambiaron algunas cosas y pasamos de ser campeones de Europa a no conseguir la clasificación.
Ese era mi sueño. Estaba muy cerca Pekín y me hubiese gustado retirarme en unos Juegos Olímpicos con 39 años, mis terceros Juegos.
P: ¿ Cómo ve la situación del voleibol español?
R: La tristeza es que no sabemos por dónde vamos. Si dices que es que estamos en un cambio de generación, en un momento en el que la selección no está bien...y hay información sobre eso. Pero ahora nadie tiene información. No sé quién va a ir a la selección. Hay una despreocupación tal hacia el equipo nacional desde la federación que no sabemos nada. Entonces, ¿qué posibilidades tenemos? Pues no tenemos ni idea.
P: España llegó a ser la octava selección del ránking FIVB. Ahora está en el puesto 36. ¿Qué opina sobre este dato? ¿Le da pena?
R: No, no me da pena. Me hace pensar que si hemos llegado hasta ahí se puede conseguir. Me gustaría que hubiese un camino para llegar hasta ahí de nuevo, que si hay un Rafa Pascual que ha llegado a ser el número un del mundo, otro que se lo proponga también puede llegar a serlo. Yo me lo propuse y la selección se lo propuso desde hace muchos años. Nunca nos dijeron a dónde íbamos a llegar y fuimos campeones de Europa, quintos en una Copa del Mundo, jugando la Liga Mundial a un nivelazo tremendo y con los mismos jugadores quiere decir que se puede hacer otra vez.
Lo que sí que me da pena es que la gente que está ahora no crea que eso era lo que realmente necesitaba el voley. Era una selección competitiva. Sigo creyendo que lo más importante para los deportes en este país es que haya una selección que dé resultados. En aquellos años se creyó y se invirtió dinero en un equipo, en la selección, y ahora se hace lo contrario.
Muchas veces me quejo de que las instituciones importantes no exijan a esas instituciones más pequeñas un rendimiento, no que cuadre los números. No hay ningún objetivo en la vida que no exija una inversión, sea de tiempo, trabajo o económica. Y ese es el problema más grave que existe entre el antes y el ahora. Antes estaba un Rafa Pascual como ahora podría estar otro chaval pero no lo sabemos porque no se sigue ¿a quién le importa ahora? Tardamos veinte años hasta que la prensa vino a vernos. Pero eso cambia y las generaciones de ahora no lo han vivido y lo sienten de otra manera. ¿Y qué pasa? Pues que no hay nadie del voley de antes que se lo explique.
P: ¿Usted no se ha planteado hacer algo ante esta situación?
R: Podría montar algo pero solo a nivel personal porque el gran problema es que los clubes y la federación hacen la guerra por su cuenta. Los chavales ven que hay una desunión completa, una desconfianza total.
P: ¿Y cuál es realmente el problema del voleibol español?
R: Pues que hay una federación española que piensa que el voley tiene que ir por una línea administrativa, que tienen que salir las cuentas. Si no hay dinero para la selección, pues no hay.
Las cuentas salen pero si quiero tener una selección y alcanzar unos objetivos tengo que invertir, gastar dinero. Pero no saben hacerlo.
En el momento que sale algo tienes que saber explotarlo, que tampoco lo sabe hacer. Como pasó conmigo, cuando sale algo, ¡pues pelea a muerte! ¿Cómo es qué Rafa gana ese dinero?..Pues porque era el mejor del mundo. Yo pude haber dicho, cuando entré como profesional y ganaba mi dinero: 'no vengo más a la selección'. Me apretaron..entonces llamé al presidente de la Federación Internacional y me dijo, 'tú haz lo que quieras'. ¿Por qué?, pues porque llevaba mucho tiempo con la selección y a mis 26 o 27 años el club me decía que no podía estar jugando todo el año.
Yo aquí perdía dinero, pero lo hice durante veinte años. ¡Qué menos que te lo reconozcan! Que no cogiste las maletas y te largaste o que no te nacionalizaste italiano. Porque eso también me lo ofrecieron y podía haber sido campeón del mundo.
El último seleccionador que tuve aquí, el italiano Andrea Anastasi, lo vivió conmigo, él sabía la pasión que yo tenía por mi selección y los sacrificios que hice por ella. Fueron muchos años durante los que se habló y se escribió mucho sobre el voley. Pero también había gente que no entendía el protagonismo que tenía Rafa. Tardó tiempo en entenderse que mi esfuerzo era un esfuerzo que tenía una recompensa para todos. Eso lo entendió Anastasi y lo dijo: 'Rafa lleva tatuada la camiseta de la selección española en su piel', y se lo agradezco.
P: ¿Cree que el voleibol español está en deuda con usted?
R: (Silencio) A ver... yo no creo que esté en deuda conmigo. Yo no necesito nada más del voley. Lo que no entiendo, y hablo del deporte en general, es qué representa un deportista, qué supone para nuestro país que una persona dedique veinte años a un equipo nacional. Si no lo valora tu propio deporte, si no te tiene en consideración tu propia federación. La realidad es que muchos exdeportistas ya no siguen en el mundo del deporte y no cuentan con ellos.
Me da rabia que el voleibol no cuente conmigo. También me da rabia que otros no valoren a los deportistas como se valora a la gente de otras profesiones. Se supone que hemos estado representando al país y luego no se nos reconoce, no se nos apoya. Hay muchos excampeones que se están arrastrando, en situaciones muy malas, y eso me da mucha pena.
Yo he dado mucho al voley y he recibido. En eso no me quejo, pero me causa tristeza que el voley no quiera nada de mí.
P: ¿De qué le sirvió su experiencia como miembro de la candidatura olímpica de Madrid 2020?
R: Fue muy importante porque dejar el deporte y rápidamente, gracias a personas como Theresa Zabell, Raúl Chapado o Alejandro Blanco, que pensaron que podría trabajar en una oficina, algo que nunca había hecho, sirvió para demostrarme que puedo hacer lo que me proponga y adaptarme, con mis carencias, a lo que sea. La candidatura me encomendó cosas que son mi fuerte, como las relaciones públicas, y disfruté mucho.
P- De sus cuatro hijos, dos (Rafa y Carlotta), han elegido el voley. ¿Cree que alguno de ellos puede llegar a ser como usted?
R - Mis hijos tienen muchas cualidades físicas que han heredado. Pueden llegar donde se propongan. Pero, por encima de todo, lo que quiero es enseñarles unos valores, que estudien y, por supuesto, que estén ligados al mundo del deporte. Viruca Atanes
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