El catarí Barshim prosigue en Oslo su imparable camino hacia el Diamante

Redacción deportes, 15 jun (EFE).- El catarí Mutaz Essa Barshim se convirtió en el gran protagonista de los "Bislett Games" de Oslo, tras encadenar su tercera victoria consecutiva del curso en la Liga de Diamante, al imponerse este jueves en la prueba de salto de altura con un intento de 2,38 metros, mejor marca mundial del año.

Un registro que sirve para confirmar al catarí, vigente subcampeón olímpico, como el máximo favorito para alzarse el próximo mes de agosto con el oro en los Mundiales de Londres, máxime tras ver las prestaciones de su principales rivales.

Especialmente gris se mostró el canadiense Derek Drouin, campeón en los Juegos de Río, que hoy no pudo pasar de unos discretísimos 2,25 metros en la capital noruega.

Una marca que responde a la atípica preparación invernal realizada por el canadiense, que como el mismo reconoció, "hasta hace un par de semanas" ha dedicado su atención a trabajar el decatlón.

Igualmente lejos de Barshim se quedó el ucraniano Bohdan Bondarenko, que concluyó segundo con un mejor salto de 2,29, si bien las sensaciones dejadas por el medallista de bronce fueron diametralmente opuestas a las de canadiense Drouin.

Obligado a parar durante el invierno para recuperarse de la intervención a la que se sometió tras los Juegos de Río, Bondarenko realizó hoy su primer concurso de la temporada, un estreno esperanzador, pero que no sirvió para despejar la duda sobre si llegará a tiempo de pelear el oro a Barshim en Londres.

Y es que el saltador catarí, que renunció a saltar sobre 2,40, demostró que guarda unos cuantos centímetros más que los 2,38 metros, que el confirmaron como el indiscutible líder mundial del curso.

Igualmente reservona se mostró Caster Semenya, que al igual que Barshim, logró su tercer triunfo del curso en la Liga de Diamante, tras imponerse con un tiempo de 1.57.59 en una prueba de 800 metros, en la que la sudafricana se impuso cómo y cuándo quiso.

Ni la presencia en la pista de la burundesa Francine Niyonsaba y de la keniana Margaret Wambui, las dos atletas que la escoltaron en el podio de Río, pareció motivar a Semenya, que venció con un tiempo casi un segundo superior al que ella misma estableció el pasado mes de mayo en Doha -1:56.61- como la mejor marca mundial del año.

Semenya no parece dispuesta a gastar ni un gramo más de esfuerzo que el necesario antes de los Mundiales de Londres, una cita a la que también va encaminada toda la preparación de la cubana Yarisley Silva, que este jueves volvió a demostrar que tiene perfectamente planificado su camino hacia la cita londinense.

Tras concluir tercera en Doha y segunda en Roma, Silva, la vigente campeona mundial, se alzó hoy en Oslo con su primera victoria de la temporada en la Liga de Diamante con una marca de 4,81 metros, el mejor registro del curso de la cubana, que semana a semana mejora su puesta a punto.

Evolución que se antoja quizá algo lenta en el caso del canadiense Andre de Grasse, bronce en los pasados Juegos de Río, que firmó en la capital noruega su mejor marca del curso, tras imponerse en los 100 metros con un tiempo de 10.01 segundos, una marca muy lejana de los 9.82 que posee el estadounidense Christian Coleman como mejor registro anual.

Peor le fue al francés Jimmy Vicaut, que arrancó la prueba con la mejor marca de todos los participantes, y que tuvo que acabar cruzando andando la línea de meta, tras sufrir un pinchazo en los isquiotibiales.

Por su parte, la holandesa Dafne Schippers, vigente subcampeona olímpica, volvió a quedarse lejos de rebajar de los 22 segundos, tras imponerse este jueves en la capital noruega con un tiempo de 22.31, en una prueba en la que pudo ser descalificada tras realizar una salida nula.

Un descafeinado triunfo que contrastó con la brillantez del joven noruego Jakob Ingebrigtsen, que a sus 16 años, volvió a demostrar el excepcional futuro que le aguarda, tras vencer en la milla con un tiempo de 3:56.29 minutos, 1,78 segundos menos que el tiempo -3:58.07- que logró el pasado 27 de mayo en Eugene (Estados Unidos), cuando se convirtió en el atleta más joven del mundo en bajar de los 4 minutos.