El San Pablo Burgos conquista la Champions League en Atenas

85-San Pablo Burgos (14+35+19+17): Kravic (1), Benite (11), Rivero (2), Rabaseda (5), Renfroe (11) – cinco inicial- Queeley (-), Barrera (), Salvó (12), McFadden (18), Sakho (2), Cook (15) y Horton (8).

74-AEK (24+12+13+25): Moreira (5), Langford (11), Jankovic (1), Chrysikopoulos (8), Gkikas (5) -cinco inicial- Rice (15), Maciulis (6), Zisis (4), Lojeski (9), Rogkavopoulos (), Atkins () y Slaughter (8).

Árbitros: Manuel Mazzioni (Italia), Yohan Rosso (Francia) y Eddie Viator (Francia).

Incidencias: Final de de la Basketball Champions League celebrado en el OAKA Olympic Indoor Hall de Atenas (Grecia) a puerta cerrada.

El San Pablo Burgos se proclamó campeón de la Champions League al ganar al AEK 85-74 tras remontar un mal primer cuarto. El acierto exterior sirvió a los de Joan Peñarroya para hacerse con el primer título europeo en su primera participación continental y hacer historia del baloncesto. El encuentro tuvo un claro dominador en la primera parte, pues el AEK entró mejor al partido (3-9) con un Langford imparable que puso la primera ventaja para los griegos a base de puntos fáciles. Todos los errores del Burgos se transformaban en puntos para el AEK, especialmente con la entrada de Rice, imparable para los de Joan Peñarroya que se marcharon al descanso con un 14-24 de desventaja.

El segundo cuarto cambió totalmente el ritmo del partido, pues el San Pablo de la primera parte desapareció dando paso a un equipo que tuvo prácticamente total acierto desde el triple y anotó 35 puntos en un cuarto. Cook con cuatro triples casi seguidos, apoyado por la defensa de Salvó pusieron el empate a 31 puntos en el marcador, al tiempo que Papatheodorou volvió a meter a Langford en el campo. Los burgaleses pararon al MVP de la liga regular esta temporada y fue entonces cuando aparecieron McFadden y Horton, desde el triple obligando al conjunto griego a parar el partido (42-35). Los azulones no iban a parar pues querían hacer historia ganando el encuentro y con un juego muy coral, se fueron al descanso con una ventaja de 13 puntos (49-36).

Defensa y acierto exterior volvieron a ser la clave para que los de Joan Peñarroya siguieran su escalada de puntos particular (56-41). El jugador del AEK Slaughter tuvo que retirarse del terreno de juego por molestias en la rodilla tras una caída que unido a las faltas personales de Jankovic, dejaron a los helenos en problemas. Los de Peñarroya y su idilio con el triple fueron agotando el tiempo mientras sacaban del encuentro a los griegos que no podían hacer frente a la ofensiva burgalesa que se fueron con 15 triples, al final del tercer cuarto y una ventaja que permitió relajarse a los de Peñarroya (68-49).

Slaughter volvió al campo, dejando en un susto su caída, lo que dio más intensidad defensiva al AEK que unido a la entrada de Lojeski redujeron la distancia con cuatro triples seguidos (75-61). Tras el tiempo muerto de Joan Peñarroya, los dos equipos fueron intercambiando canastas manteniendo una renta de 13 puntos (83-70), aunque el Burgos tuvo algunas imprecisiones a falta de dos minutos que sirvieron a los griegos para venirse arriba. Sin nada que perder, los griegos se pusieron más intensos para no dejar anotar con facilidad al equipo burgalés, pero la renta era suficiente y los burgaleses hicieron historia ganando al AEK 85-74.