Chicago se niega a morir

El alero sudanés, con 25 puntos y 13 rebotes, fue el líder indiscutible de los Bulls que dejaron en 1-3 la serie y forzaron el quinto partido, que se disputará en el Palace de Auburn Hills el próximo martes.

Junto a Deng también brilló el base Kirk Hinrich, que aportó 19 puntos y 10 asistencias, y jugó una gran defensa en los marcajes que le tocó hacer sobre Chauncey Billups y Richard Hamilton.

Pero los factores sorpresas del partido iban a ser el escolta Ben Gordon, que esta vez estuvo más acertado en el tiro a canasta y consiguió 19 puntos con cinco rebotes, y el pívot Ben Wallace, ex jugador de los Pistons.

Wallace sí estableció su dominio bajo los aros y, con 11 tantos y 17 rebotes, no dio opción a los hombres altos de los Pistons, que en la recta final del cuarto periodo no pudieron ayudar a su equipo.

Los Pistons, con Billups fuera por acumulación de personales, se quedaron sin el hombre que los dirigiese en la recta final del partido y ahí se acabaron sus posibilidades de la remontada.

Antes de quedar eliminado, Billups aportó 23 puntos con ocho asistencias, mientras que Tayshaun Prince logró 18 tantos y siete rebotes.

Pero Hamilton tuvo que conformarse con sólo 11 puntos, seis rebotes y cinco asistencias, mientras que el alero Rasheed Wallace logró 14 tantos y capturó siete balones bajo los aros. "Sabemos que remontar un 0-3 es muy difícil, pero el equipo ha demostrado carácter y logramos el triunfo que nos permite no sólo mantenernos con vida sino que podemos seguir luchando por otra victoria más", declaró Scott Skiles, entrenador de los Bulls.

Por su parte, Flip Saunder, entrenador de los Pistons, reconoció que a su equipo le faltó consistencia en la recta final del partido y tampoco tuvo buen control de balón. "La meta era conseguir al menos un triunfo y eso se logró, pero no me gustó lo que vi en el cuarto partido, especialmente en la recta final", comentó Saunders. "No estamos todavía en las finales, nos falta una victoria más y es la que tenemos que conseguir cuando regresemos a nuestro campo".

Ningún equipo en la historia de la NBA desde que se establecieron la series al mejor de siete ha podido remontar un diferencia de 0-3.