Sergio no se conforma

El base canario, aunque contrario a marcarse objetivos a medio o largo plazo porque "hay muchos factores" que influyen a lo largo de una temporada, reconoció que su meta para el próximo curso será "tener más minutos y sentirme parte del equipo en todos los momentos".

Algo que no tuvo en su estreno en la NBA, lo que achacó a sus problemas con el inglés y la consiguiente falta de comunicación con su entrenador, Nate McMillan, que acabó siendo "mejor de cómo empezó", aunque "nunca fue mala", aclaró.

Aparte del idioma también dio importancia al proceso de adaptación a una nueva ciudad, Portland, que en su opinión "es bastante parecida" a Bilbao en cuanto a que "llueve bastante", y en general "a la cultura americana", si bien valoró que todo esto ya lo tiene avanzado para la próxima temporada.

Sergio Rodríguez opinó que tras su primera experiencia en el baloncesto profesional estadounidense ha "mejorado en todo, tanto física como mentalmente", pues en su opinión "de los años complicados se aprende más".

Hizo hincapié en que la temporada recién finalizada "ha sido quizá la más irregular en cuanto a minutos pero la más regular en cuanto a trabajo individual".

Pese a que ha tenido que modificar algunos movimientos, especialmente uno para no incurrir en pasos, y que su entrenador le exige más en defensa, Sergio Rodríguez opinó que el estilo de juego de la NBA "va más conmigo" que el europeo, aunque incidió en que "al final todo es baloncesto, que es lo que me gusta".

Sobre el inminente Campeonato Europeo que se celebrará este verano en España, Sergio Rodríguez señaló que espera ir "por supuesto", pese a que ve mucha competencia para la nómina de bases "y no sólo los tres que fuimos al Mundial y Raúl" López, jugador del Real Madrid.

Del torneo continental dijo que "es más difícil que el Mundial, al menos hasta semifinales", ya que "todas las selecciones son buenas y tienen posibilidades de ganar", aunque admitió que el combinado de Pepu Hernández tendrá que defender su condición de campeón mundial y de anfitrión.

Por lo demás, el "Chacho" dijo sentirse a gusto en los Trail Blazers, donde el objetivo para el próximo año es "intentar luchar por los play off".

Se mostró encantado de toda la parafernalia que rodea a la NBA aunque dijo llevar mal la ausencia de intimidad dentro del vestuario, ya que "a veces, antes y después de los partidos se mete demasiada gente ajena al equipo".

También se quejó de los actos sociales que tiene que hacer con su equipo en el sentido de que le gustaría "que fueran menos pero hacerlos mejor", ya que "te graban cinco minutos y te despides de los niños. A veces me he cabreado por eso, porque es sólo para la galería", dijo.

Pero aparte de esto, Sergio Rodríguez está maravillado por jugar en la NBA tanto por la cantidad de público presente en los pabellones -"me pondría más nervioso jugar ante diez personas", dijo-, como por coincidir en la cancha con "gente que he tenido en pósters en mi casa".

Reconoció que en poco tiempo su vida "ha cambiado mucho" pero que intenta "llevarla como siempre, estar con mis amigos y mi familia" y que ahora que es famoso intenta comportarse "igual que cuando yo seguía a muchos jugadores e iba a pedirles un autógrafo o a hablar con ellos".

Sergio Rodríguez, que el próximo mes de junio participará en un clinic en Tenerife, intentará trasmitirle a los niños que lo principal es "que disfruten, que ya habrá tiempo para que el baloncesto sea un trabajo".

Por último, dijo que ha seguido la actualidad de los equipos tinerfeños a través de internet y que sería importante que hubiera un equipo en la ACB "por la afición que hay en la isla", y que ha intentado "vender" Canarias como destino de vacaciones entre sus compañeros de vestuario, y que de hecho "casi todos querían venir".