Steve Nash llega a Brooklyn: un jefe novato para gestionar ego y talento

La figura de Nash durante los últimos años había estado más relacionada con el mundo del fútbol que con el del baloncesto. Ejercía de accionista y enlace con el dueño del Real Mallorca, Robert Sarver, propietario también de los Phoenix Suns. El canadiense toma ahora las riendas de uno de los equipos más prometedores y difíciles de la liga. Prometedores porque tienen una muy buena base de jugadores jóvenes. Difíciles porque tienen dos primeras espadas como Kyrie Irving y Kevin Durant.

¿Cuál es el problema en tener a dos superestrellas? La respuesta es el ego. Tanto Durant como Irving tienen muy buena relación pese a no haber jugado nunca juntos en la liga pero habrá que ver si la amistad dura cuando tengan que repartir el balón o cuando tengan que decidir quién lanza para ganar el partido. Durant ya demostró en unos Warriors llenos de jugadorazos que puede convivir con ello. Aunque era él el que se jugaba los tiros en los momentos calientes.

Con quien surgen más dudas es con Kyrie Irving, que tiene un extenso historial de problemas con entrenadores y compañeros. Al base no le gustaba el anterior entrenador de los Nets y junto con Durant presionaron para que se fuera. Lo consiguieron. Tuvo problemas con David Blatt en Cleveland y también acabó despedido. Y en Boston chocó con Brad Stevens y la química con compañeros y staff quedó muy dañada. Esta vez el que se marchó fue él.

Pero la idea de tener a una leyenda como Steve Nash en el banco gustó tanto a Irving como a Kevin Durant que forjó una buena relación con el canadiense cuando fue ayudante en los Warriors. Esta ha podido ser la clave. Ven en su nuevo entrenador a alguien con quien compartir experiencias que él ya ha pasado y los círculos de la NBA coinciden en que es un buen líder y un gran comunicador. Mucho mejor que un señor mayor en traje que te grite desde la banda que no bajas a defender. Para hacernos una idea, Kenny Atkinson, el anterior entrenador del equipo era Lopetegui y Steve Nash es Zidane. Como les salga igual...

Lo que parece claro es que una figura importante en el mundo NBA, jugador histórico y con dotes de líder moderno puso de acuerdo a las estrellas del equipo para que sea el encargado de llevarlos a la gloria.

Puede que veamos en los Nets lo que ocurrió en los Suns de Nash de 2005 y 2006 cuando se forjó uno de los equipos más divertidos de ver y con uno de los mejores ataques de la historia entrenados por Mike D’Antoni (ahora en Houston) y donde predominaba la regla de los “7 segundos o menos” que consistía en que los ataques del equipo debían durar ese tiempo hasta lanzar a canasta. Con eso se consiguió un juego vertiginoso basado en el contraataque y que se convirtió en una máquina de highlights que nadie se quería perder. Ojalá podamos disfrutar de algo parecido en Brooklyn a partir de la próxima temporada.

Nash llega a un equipo joven con mucho talento y mucho ego concentrado en sus dos principales estrellas que deberá manejar desde la experiencia de haber sido uno de ellos. Veremos si consigue el objetivo formar un equipo aspirante a todo o si el equipo acaba aspirándolo a él.