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¿Para qué sirve la posesión en el baloncesto?

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PorEurosport

Actualizado 03/03/2015 a las 21:23 GMT+1

En una nueva entrega de nuestra sección ‘Para qué sirve’ explicamos la razón de la existencia del reloj de posesión en el baloncesto y a qué se debe el origen de la regla más importante, dicen los expertos, en la historia de este deporte.

Ballon NBA

Fuente de la imagen: Eurosport

Antes del nacimiento de la NBA no había nada en el reglamento que obligase a lanzar a canasta, ninguna norma que indicara que en algún momento había que tirar. El baloncesto de primera mitad del siglo XX era un deporte que progresaba sin conocer aún grandes males. Su crecimiento y la ausencia de límites se daban por sentados porque los equipos jugaban para ganar. Esto, que parece una evidencia natural, no lo fue siempre. Y a finales de los años cuarenta la recién fundada NBA comenzó a infartar por las llamadas entonces Stalling Tactics.
La explicación es sencilla. Determinados equipos, de costumbre los más débiles, entendieron que si reducían el número de tiros a canasta tenían más opciones de ganar ante equipos mucho más fuertes. Que reducir las opciones propias reducía también las opciones rivales de imponer una teórica superioridad.
Esta táctica comenzó a dar resultado cuando una pequeña ventaja en el marcador provocaba que el equipo que disponía de ella retuviera el balón y especulara al máximo, esto es, dejara de lanzar a canasta. Lo que en principio fue una medida excepcional se fue extendiendo peligrosamente a todos los niveles y, sobre todo, sin limitación alguna. Porque como se ha citado, el reglamento no obligaba a tirar a canasta.
Y así lo peor estaba por llegar. El 22 de noviembre de 1950 el problema tocó fondo cuando Minneapolis Lakers y Fort Wayne Pistons llevaron la congestión del balón a un extremo insufrible. El resultado final, 18-19 para los Pistons, que derrotaban de paso al vigente campeón, provocó fuertes abucheos del público, buena parte del cual abandonó el pabellón con un enfado considerable. Mes y medio después Indianápolis y Rochester disputaron seis prórrogas (circunstancia nunca repetida) y el resultado fue un pírrico 75-73 para los primeros tras 78 minutos de reloj. No fueron los únicos episodios y no pocos partidos en adelante verían un sinfín de faltas y alguno de los dos equipos en liza reteniendo el balón sin límite. El proceso podría repetirse indefinidamente y el baloncesto como deporte corría peligro. Había que hacer algo. Y había que hacerlo con la urgencia que el problema exigía. Los propietarios resolvieron reuniones sin dar con la solución hasta que ésta llegó de la mano de un individuo cuyo nombre ha pasado a la historia del baloncesto.
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Titular de prensa en el Minneapolis-Fort Wayne

Fuente de la imagen: Eurosport

Así lo relata el autor Gonzalo Vázquez en El milagro de Miglianico (101 Historias NBA): “La feliz solución llegaría el verano de 1954 mediante una formulación matemática obra de Danny Biasone, presidente de los Nats y parte supervisora de la propia competición. La clave de la idea residía en una estimación ideal de tiros por partido que garantizasen, en base a porcentajes medios, una cifra de puntos por equipo lo más alta posible. Pero sobre todo que obligara a tirar a canasta. Y en caso contrario el balón pasaría a manos del rival. Tan sencillo como eso. Ahora bien, ¿cuánto tiempo sería conveniente para tirar? Biasone formuló entonces lo siguiente: 12 minutos/parte x 60 segundos/minuto x 4 partes/partido: 2880 segundos/partido. De manera que: 2880 segundos / 120 tiros (media ideal estimada por partido): 24 segundos de posesión. Acababa de nacer el reloj de tiro. Así se resume la regla más importante en la historia del baloncesto”.
Porque la solución fue automática. La temporada siguiente la NBA vio un repunte de casi 14 puntos más por partido y el juego dio la feliz impresión de haberse saneado por completo. No solo entonces. Lo haría en los siguientes sesenta años. Lo haría hasta hoy.
Daniel Biasone
No sería una regla exclusiva de la NBA. También la FIBA adopta el reloj de posesión en 1956 debido a que en el baloncesto internacional los problemas de especulación habían sido los mismos. Un encuentro entre Hungría y la URSS vio cómo los soviéticos retenían la bola hasta 13 minutos de partido. Eso sí, la FIBA dejó su posesión en 30 segundos, regulación que perduraría hasta la temporada 2000-01, cuando el baloncesto mundial unificó los 24 segundos como preceptivos para lanzar a canasta.
Junto a algunas de las 13 reglas primigenias de 1891 a cargo del inventor del juego, James Naismith, la regla de posesión establecida en 1954 es considerada como una de las más importantes en la historia del baloncesto. Para los especialista, la más relevante. Porque de hecho permitió salvar el juego de la canasta, uno de los deportes de equipo más universales del mundo.
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