Juegos Olímpicos 2016, España-Francia: A luchar por las medallas y hacer historia (92-67)

92 - España (19+24+26+23): Ricky Rubio (6), Sergio Llull (10), Rudy Fernández (6), Nikola Mirotic (23) y Pau Gasol (5) -cinco inicial-, Sergio Rodríguez (6), Juan Carlos Navarro (4), Víctor Claver (2), Felipe Reyes (7), José Manuel Calderón (2), Alex Abrines (3) y Willy Hernangómez (18).

67 - Francia (16+14+19+18) Tony Parker (14), Nando de Colo (13), Nicolas Batum, Boris Diaw (8) y Ruddy Gobert (7) -cinco inicial-; Thomas Heurtel (5), Antoine Diot, Michael Gelabale (5), Charles Kahudi, Florent Pietrus, Kim Tillie (3) y Joffrey Lauvergne (12).

Árbitros: José Reyes (México), Damir Javor (Bulgaria) y Olegs Latisevs (Letonia).

Incidencias: Segundo partido de cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, disputado en el Carioca Arena 1 ante 9.725 espectadores, según la estadística oficial del partido.

Un inicio titubeante de España dio alas a los franceses hasta recibir la esperada defensa. Mordieron atrás los de Scariolo forzando cuatro pérdidas galas y alentando la transición rápida española, si bien fueron los triples los que marcaron la diferencia (15-8, m. 7). Con todo, Francia no perdió de vista el marcador dejando el primer parcial en un apurado 19-16.

España siguió reconociéndose en la defensa agresiva, la salida al contraataque y una rotación de banquillo que mantuviera fresco al quinteto de pista. Sirvió para abrir la máxima en el marcador (33-22, m. 16). El brillante movimiento de balón seguía confundiendo a la defensa gala y un 2+1 con mate de Pau a pase de Rubio (41-28, m. 18) puso la guinda a los mejores minutos de España, un sólido parcial a favor (24-14) y una primera parte tranquilizadora (43-30).

Ocho puntos seguidos de Mirotic en la reanudación confirmaron el mejor partido del alero hispano-montenegrino y las intenciones de España (50-33, m. 24), cuyo juego alegre y ligero recordó las innumerables glorias que ha dado este equipo en el presente siglo. No varió un ápice el guion del partido en el tercer cuarto y la amplia ventaja (61-42, m. 12) era un colchón que permitía además la relajación española (sin perder intensidad). Veinte arriba a falta del último cuarto y las mejores sensaciones en pista (69-49).

Ni dos minutos se habían jugado cuando la ventaja española alcanzó los veintiséis puntos (75-49, m. 32), que poco después fueron treinta. Sin la necesidad de un Gasol imperial (5+8) todos aportaban en el juego coral y Scariolo movió el banquillo con la relajada seguridad que tanto le faltó en los tres primeros partidos. Con 81-59 (m. 35) el partido fue un anodino transcurrir del crono hasta la bocina final.

Ante la poderosa Estados Unidos, que eliminió a Argentina, España tiene ante sí una oportunidad histórica de meterse en la final del torneo para luchar por el oro olímpico que tanto se le ha resistido.