Las seis conclusiones positivas que Contador se lleva del Tour de Abu Dhabi

El Tour de Abu Dhabi no era el escenario ideal para que Alberto Contador intentara llevarse la general o algún triunfo de etapa. Sólo una etapa con final en alto de montaña en una vuelta de cuatro jornadas, con tres de ellas reservadas a los esprínters. En la tercera etapa, la de la subida a Jebel Hafeet, la carrera se decidió por delante y el líder del Trek-Segafredo cambió de rol para convertirse en ayudante de su compañero Bauke Mollema y, de paso, secar los ataques de Nairo Quintana.

A una semana del inicio de la París-Niza, donde Contador partirá como uno de los grandes favoritos y donde intentará repetir las victorias de 2007 y 2010, mejorando de paso el segundo puesto que obtuvo el pasado año, las sensaciones del madrileño son positivas tanto en este momento de la temporada como de cara al próximo Tour de Francia.

Sin estar disputándose la victoria de etapa o la general, la ascensión a Jabel Hafeet de la tercera etapa determinó que todos los rivales miran con lupa cada movimiento de Alberto Contador. El marcaje férreo se produjo con Nairo Quintana mientras la etapa y la carrera se decidía entre otros ciclistas por delante, pero su sola presencia y ese mano a mano con el colombiano evitó que otros corredores con mucho gas como Julian Alaphilippe o los italianos Nibali o Fabio Aru, se movieran para intentar algo más.

Fue un marcaje entre ambos, Nairo le picó unos segundos en meta demostrando que tiene más piernas y potencia que Alberto en los finales en alto, pero cada vez que el reciente campeón de la Vuelta a la Comunidad Valenciana atacaba, Alberto respondió con confianza. Falta por ver este duelo en una carrera o una ascensión de más entidad, pero la batalla psicológica entre ambos está igualada a estas alturas del curso.

Alberto dejó claro que en esta tercera y decisiva etapa los roles cambiaron y se puso a disposición de Bauke Mollema, su compañero en el Trek-Segafredo que se jugaba sus opciones por delante. Ya lo dijo en la previa de esta carrera y fue fiel a su palabra trabajando para un coequipier. Esta ayuda no fructificó para que el holandés luchara por la etapa o la general, pero deja claro que en julio, si ambos comparten alineación en el Tour, Contador contará -o debería- con un fiel y convencido aliado, olvidando la falta de apoyo interno que tuvo en el Tinkoff en los dos últimos Tour de Francia.

Contador sufrió una caída sin consecuencias en la primera etapa y se vio cómo dos compañeros implicados le atendieron y estuvieron atentos a prestarle su bicicleta o su rueda. Cuando se levantó, todo el equipo tiró de él hasta reincorporarle al grupo. Imagen que, por cierto, se echó de menos en la primera etapa del pasado Tour de Francia cuando se fue al suelo y cuando apenas le esperaron un par de compañeros del Tinkoff. Las cosas parecen haber cambiado a mejor.

Alberto Contador ya se ha medido al potente tren del Sky en Andalucía y quedó por delante de Wouter Poels o Mikel Landa. Y en Abu Dhabi también demostró estar un punto por encima de Fabio Aru y Vincenzo Nibali, al menos en esa etapa de montaña. El dúo italiano no será rival del madrileño en el Tour de Francia salvo sorpresa, pero cualquier golpe moral sirve de aquí a julio.

El próximo domingo 5 de marzo arranca la París-Niza (en directo en Eurosport y Eurosport Player) y se fue de Abu Dhabi con la sensación de haber hecho un buen rodaje: "Estos días anteriores hemos rodado muy tranquilos y hubiera necesitado ir más rápido para hacer mejores entrenamientos. Ahora iré a la Paris Niza con la mentalidad de ganar".