Valverde no se baja del tren de los mejores: Pogacar, Van Aert, Jakobsen y el eterno 'Bala'

Y el pasado sábado 26 de febrero de 2022 llegó la 132. Y pongo la mano en el fuego de que no será la última. Con 41 años, 10 meses y 308 días, Alejandro Valverde Belmonte ha convertido lo extraordinario en algo que prácticamente ya no sorprende a nadie. Cómo si seguir ganando a esa edad y junto a los mejores del mundo fuese lo normal. En una temporada que se supone –y digo se supone porque ojalá se lo replantee- que es la de su despedida, 'el Bala' la ha comenzado haciendo lo que mejor homenajea a su espléndida y brillante carrera. Ganar, ganar y nunca dejar de ganar. Así que en el primer mes de competición y con Covid de por medio, ya suma dos victorias y una general.

Con su coronación en la primera edición de la O Gran Camiño, en la que en sus cuatro etapas ha encadenado tercero, segundo, primero y tercero, Valverde se consolida como el corredor en activo con más victorias en generales finales, con un total de 25 y por las 20 y 17 de otros dos mitos como Nairo Quintana y Chris Froome. En cuanto a triunfos parciales, sólo Mark Cavendish, con 157, luce un palmarés más extenso que el del murciano. Unos números que sin discusión alguna -por si todavía quedaba duda- colocan a la leyenda española a la altura de los más grandes de la historia de este deporte.

Cosas del destino, o no, Valverde se ha codeado en un fin de semana del más alto nivel en el mundo del ciclismo con los mejores, cada uno en lo suyo, del momento. Tadej Pogacar logró una imponente victoria en lo alto de Jebel Hafeet, en un UAE Tour en el que además de su segunda coronación se apuntó sus dos primeras victorias de la temporada. Año nuevo y misma historia para el esloveno, que a día de hoy sigue sin encontrar rival como vueltómano. Horas más tarde iba a ser el turno de Wout van Aert, que inauguró la temporada de clásicas de la mejor manera posible. Con un ataque a pie del Bosberg y con una contrarreloj individual de 12 kilómetros para rematar su portentosa exhibición. Su primera Omloop Het Nieuwsblad. Aviso para navegantes. Si el campeón belga es capaz de esto en su debut en ruta este año, miedo me da lo que se puede venir en la primavera. Y la del domingo fue la tarde de Fabio Jakobsen. El renacido corredor neerlandés continúa su estado de gracia en este inmejorable inicio de temporada y se impuso en un apretadísimo esprint final ante Caleb Ewan en la Kuurne-Bruselas-Kuurne. La confirmación de que hablamos del mejor esprínter del momento.

Nada nuevo bajo el sol para un eterno Valverde que no se ha bajado del tren de los mejores del mundo desde hace ya 19 temporadas. Cuando Alejandro lograba su primera victoria como profesional, allá por 2003 y en una Challenge de Mallorca en la que en su última edición ha vuelto a levantar los brazos, el bueno de Pogacar tenía cinco añitos. Siete tenía Jakobsen y nueve Van Aert, aún sin imaginar que en su plenitud se iban a repartir éxitos con aquel joven de 23 años que ya brillaba con luz propia en un pelotón domesticado por los Lance Armstrong, Tom Bonnen o Alessandro Petacchi de turno.

'El Bala' sigue disparando como si esperase el momento idóneo para entregar el testigo a lo que viene detrás, que no es poco y que también están siendo protagonistas en este arranque. Una hornada que vuelve a despertar la ilusión del ciclismo español. Juan Ayuso dejó su carta de presentación en la Drôme Classic, ante ciclistas de la talla de Alaphilippe, Roglic y Vingegaard y con un ataque a 38 kilómetros de meta con el que estuvo a punto de lograr su primera victoria como profesional. Llegará más pronto que tarde. Como la de Carlos Rodríguez, que a sus 21 años ya sabe lo que es asumir el liderato de todo un Ineos y compartir podio en la Vuelta a la Comunidad Valenciana con Vlasov y Evenepoel. Casi nada. Otro de los que dará que hablar será Igor Arrieta, que se mostró ante el pelotón con una meritoria cuarta posición en la etapa que precisamente se adjudicó Valverde en O Gran Camiño. Los tres esperan ansiosos recoger un legado que será irrepetible. El de la eterna joya de la corona del ciclismo español.