¿Adiós a los ataques lejanos de Van der Poel? Su declaración que augura menos espectáculo: "Pueden costarme victorias"

Que uno de los ciclistas más espectaculares del mundo y de esta generación anuncie que los ataques lejanos son una “forma estúpida” de correr puede suponer un verdadero bajón para los aficionados a este deporte. Desde su irrupción en la élite, Mathieu Van der Poel ha acostumbrado a sorprender a sus rivales desde lejos dejande grandes momentos y victorias memorables, como su remontada final en la Amstel de2019, una etapa en la Tirreno-Adriatico 2021, su triunfo y maillot amarillo en el pasado Tour de Francia o sus movimientos a 70 ó 50 kilómetros de meta en muchas carreras que asombraban a todo el mundo.

Van der Poel no ha corrido tan agresivo esta campaña y ha visto que le funciona para obtener grandes resultados. En San Remo, en Flandes resistiendo a Pogacar o aprovechándose de Tiesj Benoot en A Través de Flandes. Su estado físico tras la caída que sufrió en los Juegos de Tokio y su larga recuperación este invierno parecen haberle hecho reflexionar. De ahí ese cambio de mentalidad que no niega en una entrevista con Sporza.

"Cada vez me doy más cuenta de que esas acciones estúpidas, como el ataque en la Kuurne-Bruselas-Kuurne (2021) son agradables y divertidas, pero pueden costarme la victoria”, señala Van der Poel añadiendo además: "Si hubiera corrido de manera inteligente, podría haber ganado esa carrera”.

Por otro lado, también defiende su estilo agresivo: “Mi forma de correr también me ha aportado mucho. Probablemente no habría ganado otras carreras si hubiera corrido inteligentemente. Pero el nivel ahora es tan alto que es casi imposible correr de forma estúpida. Eso está castigado”.

Esta sinceridad de Van der Poel, justo después de haber sido 9º en París-Roubaix tras haberse visto superado por el abanico inicial de todo el Ineos y los movimientos posteriores de Wout Van Aert o su 4º puesto en Amstel Gold Race donde fue uno de los más marcados, abre esa puerta al debate: ¿es mejor ver a un Van der Poel desatado o a un ciclista más frío y conservador para que pueda seguir ganando? ¿Se resentirá el espectáculo si no vuelve a atacar desde lejos? Sólo él tiene la respuesta.