Fabio Jakobsen rompe su silencio tras el terrible accidente en Polonia

PorEurosport

Actualizado 26/12/2020 a las 10:15 GMT+1

El ciclista neerlandés Fabio Jakobsen rompió su silencio tras el terrible accidente que sufrió el pasado mes de agosto en la primera etapa de la Vuelta a Polonia en la que estuvo a punto de perder la vida. El corredor del Deceuninck-Quick Step, que se sigue recuperando, ha repasado aquel episodio para la publicación holandesa AD.

Fabio Jakobsen

Fuente de la imagen: Getty Images

Casi cinco meses después del suceso, Jakobsen concede la entrevista más emotiva y esperada al periodista holandés Thijs Zonneveld, en la que relata como fueron aquellas difíciles horas en las que se temió por su vida.

"Para la mayoría de ciclistas era la primera carrera tras el confinamiento. Estaba familiarizado con la llegada, la había hecho el año anterior. Izquierda, derecha, luego recto a través de Katowice. La línea de meta estaba donde siempre estuv, en una pendiente descendente. Recuerdo que estaba de buen humor durante la carrera. Me recuerdo saludando a mi compañero Julius van den Berg que iba en el grupo de cabeza. Y que entré en el último kilómetro justo detrás de mis compañeros Florian Sénéchal y Davide Ballerini. Eso es lo último que recuerdo. Todo lo que pasó después está en blanco ".

Jakobsen destaca el papel fundamental que jugó su compañero Florian Sénéchal: "Tiró la bicicleta contra una valla y corrió en mi ayuda. Me vio tendido en la carretera, rodeado de barreras . Había sangre por todas partes. Florian notó que me estaba ahogando en mi propia sangre. No pude moverme, vio el pánico en mis ojos".

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Así recuerda el holandés las primeras horas tras despertar del coma: "Perdí dos días. Esa primera noche me operaron durante cinco horas y me pusieron un ventilador. Mi primer recuerdo después del accidente son esos tres médicos junto a mi cama. Al día siguiente, Delore y mi padre vinieron de visita, vestidos con trajes protectores y mascarillas debido al coronavirus. El equipo los llevó en avión a Polonia, junto con mi madre, mi hermana y la psicóloga del equipo".

Por último, Jakobsen destaca el momento en el que supo que saldría de aquel accidente: "El lunes, en mi tercer día en la UCI fue cuando pensé: si a estas alturas no he estirado la pata, probablemente no sucederá. También ayudó que el médico del equipo viniera de visita. Me explicó lo que había sucedido y cómo estaba. Estaba junto a la cama con lágrimas en los ojos. Por la expresión de sus ojos, me di cuenta de lo mal que estaba ".